El terremoto de 2016 que afectó una zona importante de Manabí y Esmeraldas, se sintió en varias provincias y aún se siente en miles de réplicas.Las causas científicas se hallan en el movimiento de las placas de la tierra y su acomodo con la liberación de energía. En el año 2016 se registraron 5 289 sismos, mientras en lo que va de 2017 la cifra marca 3 085. Los entendidos advierten que este tipo de eventos continuará por un buen tiempo. Hay que estar preparados.
Luego del terremoto de abril de 2016, una misión científica estudia sus impactos y repercusiones. Ese minucioso trabajo, algunos de cuyos datos adelantó este Diario ayer, terminará en junio del 2018. Los expertos hablan del choque de las placas Sudamericana y la de Nazca en sentido contrario, lo que se produce la subducción (la superposición de una placa sobre otra y la fricción entre ambas).
La constatación de que las réplicas continuarán y la certeza de que el Ecuador se encuentra en una tierra sísmica, nos obliga a estar preparados de forma permanente. Los simulacros, la información científica cabal y de fuentes confiables para un mejor conocimiento de la población y la conciencia de cómo actuar, son temas clave que deben ser incorporados de modo sistemático no solamente en la instrucción escolar sino en la cultura cívica nacional.
Hay que añadir refuerzos estructurales en viviendas y edificios, así como la observación rigurosa de normas de seguridad en nuevas construcciones.