El Gobierno ordenó el desalojo de 60 trabajadores que estaban en huelga al interior de la construcción de la central hidroeléctrica más grande del país, Coca-Codo Sinclair. Los obreros son empleados de la empresa Sinohydro, de capital estatal chino.
Los trabajadores denunciaron duras condiciones en materia de salubridad y abusos de los patronos. Diario EL COMERCIO presentó meses atrás reportajes que mostraban esas condiciones y los fundamentos de varias reclamaciones interpuestas por empleados que habían abandonado la empresa.
Los baños no estaban en condiciones aceptables y los trabajadores se quejaban de la mala calidad de la alimentación. Hasta cinco cartas de intención han firmado los trabajadores con los ejecutivos de la empresa china en Ecuador, pero las cosas no mejoran.
Los derechos laborales de los trabajadores están garantizados en el país por la Constitución.
La huelga de brazos caídos convocada por 400 trabajadores de distintos frentes fue interrumpida por la presencia de fuerzas policiales armadas. El ministro de Relaciones Laborales, Francisco Vacas, negó que exista solicitud de huelga. Señaló el Secretario de Estado que las condiciones laborales han mejorado.
La empresa estatal, de capital del Estado chino, sigue adelante con un contrato adjudicado el año 2009. Es un proyecto que supone USD 1979 millones de costo para el Estado, el más grande de la historia del país. Estará a listo en el 2017, generará 1500 megavatios y permitirá cubrir la demanda interna creciente de energía y junto con otros proyectos harían posible la exportación de electricidad.
Una huelga de esta naturaleza debe provocar la reacción del Gobierno para mejorar las condiciones laborales.