Nunca antes en la historia, al menos desde que la Vicepresidencia ya no la ocupa el jefe de la Función Legislativa, un vicepresidente ha acumulado tanto poder y responsabilidades. Jorge Glas, amigo de años del presidente Rafael Correa y con varias carteras a su cargo en los dos primeros períodos, conformó la papeleta electoral para sustituir a Lenín Moreno, quien por decisión propia optó por no ser parte del binomio.
El Decreto número 15 del tercer y último período de Rafael Correa le entrega a Glas Espinel distintas áreas como los sectores estratégicos, la electricidad, las energías renovables, las telecomunicaciones, la agricultura, la política laboral, el turismo, el ambiente, aguas e inclusive las discapacidades, sector clave en la gestión de su predecesor.
Por voluntad presidencial, Glas acumula poder y tiene a su cargo el cambio de matriz productiva vendido como eje del período presidencial.
El último Gobierno civil antes de los regímenes militares colocó en la Vicepresidencia a Jorge Zavala Baquerizo, elegido con el presidente Velasco Ibarra en otra papeleta. Desde 1979, el binomio es parte de una sola fórmula y la historia recuerda el papel de Alberto Dahik en el área económica. El alto encargo asignado por Correa, así como las múltiples tareas que tendrá el Vicepresidente, son un reto personal, pero sobre todo un desafío cuyo cumplimiento el país sabrá medir al cabo del período 2013-2017.