La estrategia política del movimiento de Gobierno replicó experiencias que pusieron en marcha gobiernos de países que proclamaron el socialismo, como Cuba y Nicaragua.
En Cuba se llaman Comités de Defensa de la Revolución (CDRs); en Nicaragua, Comités de Defensa Sandinista (CDSs). El modelo ecuatoriano tuvo sus variantes y funcionó electoralmente.
Si al finalizar los comicios, reportes periodísticos daban cuenta de la estructura política barrial que funcionó en Guayaquil, recientemente Diario EL COMERCIO mostraba que en Quito y Pichincha el esquema se replicó.
La historia cuenta que Concentración de Fuerzas Populares, el partido que fundó Guevara Moreno y le arrebató Asaad Bucaram, trazó una efectiva estrategia de células barriales y comités en términos electorales.
Para esta ocasión Raúl Patiño, exmilitante socialista y hermano del Canciller, y Gustavo Baroja, prefecto de Pichincha, lideraron los esquemas. Estas estructuras no solo funcionaron como focos de formación política sino que apelaron a una fidelidad de los asociados de carácter clientelar.
Los contactos de los dirigentes operadores con las autoridades del poder Ejecutivo fueron lazos efectivos para conseguir apoyos y lograr que se efectivicen los bonos de Desarrollo Humano. Se transformaron en movilizadores de masas y votos. Una estructura electoral y política que hay que observar con detenimiento y atención.