El Perú exhibe una estabilidad macroeconómica envidiable. 20 años de continuidad, de normas seguras para la inversión y aliento al capital extranjero lo muestran. Los gobiernos de Alberto Fujimori, Alejandro Toledo y Alan García forjaron la apertura.
La inversión extranjera directa en Perú durante 2010 suma USD 7 328 millones, frente a un Producto Interno Bruto de USD 103 549 millones.
La sola comparación con el escenario ecuatoriano produce perplejidad. Mientras el año pasado el PIB en el Ecuador fue de USD 55 000 millones, la inversión extranjera directa registrada fue de USD 164 millones.
Las inversiones ecuatorianas en el Perú tienen sus raíces tiempo atrás. En la banca datan de dos décadas. Pero ahora alrededor de unas 35 empresas (la legación diplomática ecuatoriana no tiene cifras exactas) emprenden su actividad en rubros tan dispares como perfumes y aviación; alimentos, telas, plásticos, rastreo satelital de autos y hasta la construcción de obras públicas.
La reportería que efectuó Diario EL COMERCIO del Ecuador en la capital del Perú permite establecer los nombres de las empresas, las cifras de sus ventas que, por ejemplo, el año anterior llegaron a USD 590 millones de dólares, experimentando un crecimiento exponencial.
La banca de capital ecuatoriano tiene 154 oficinas y 350 000 clientes en todo el Perú y ocupa entre el sexto y séptimo puestos en las estadísticas oficiales.
La economía peruana es una de las de mayor crecimiento y sus debilidades se fincan en el desequilibrio social. Pero la continuidad de 20 años en materia de seguridad para la inversión extranjera es una apuesta que con toda seguridad llevará adelante el Presidente electo, quien estos días está dando señas positivas en sus diálogos y giras.