El nuevo ministro de Relaciones Laborales, Carlos Marx Carrasco, como lo anunció en entrevista con los principales programas periodísticos radiales, lanzó, en el Día Universal del Trabajo, un nuevo proyecto de Código laboral.
El documento de 558 artículos fue presentado en Esmeraldas, en la convención del movimiento oficialista Alianza País. Lejos de ahí, en la capital, dos grupos sindicales marchaban separados. Los trabajadores afines al Gobierno respaldaban a la distancia la propuesta.
El proceso que se desata es el de conocer a fondo el contenido de las tesis oficiales. Los trabajadores organizados, los empresarios, la academia y la sociedad toda debieran participar, discutir y proponer temas esenciales, para no hacer de la propuesta otra rígida norma aprobada sin debate suficiente y sin el enriquecimiento indispensable que permita un instrumento legal duradero.
El Ecuador tiene una tradición en materia de su Código Laboral que data de 1938. El nuevo Código deberá ser un instrumento de paz social, armonía, condiciones favorables para los trabajadores pero también un estímulo para que la inversión empresarial genere más fuentes de trabajo.
Los debates de la jubilación patronal, la modalidad de pago de los sobresueldos, horas extras y el destino de las utilidades son detalles a discutir. Lo más importante será promover la concertación, el diálogo y la seguridad jurídica que el país necesita para crecer en lo económico y fortalecer su tejido social.