El extenso feriado de Carnaval coincide con una decisión del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.Con la Ordenanza 201, el Cabildo ha resuelto sancionar con multas de hasta 200 dólares a quienes jueguen en la vía pública.
La multa se aplicará a quienes se mojen o empapen a terceros. Los escenarios de estos juegos generalmente han sido las piletas, las plazas y las lagunas artificiales de la ciudad. Policías metropolitanos participan desde ayer en operativos en esos lugares.
No se niega el derecho que los aficionados a ese tipo de juegos pueden tener para hacerlo entre ellos, y en sitios privados. Pero la verdad es que la práctica se extiende a sitios públicos de la ciudad y se convierte en una agresión indiscriminada a transeúntes, que ni siquiera pueden presentar las denuncias ni quejarse ante ninguna autoridad.
Pero no solo eso: también es hora de sumarse a las campañas de ahorro de agua que se impulsan desde diferentes sectores. El Ejecutivo, los gobiernos locales y las organizaciones de defensa de la naturaleza han hecho ese llamado.
Ambato y otras ciudades ya han demostrado que el Carnaval se puede disfrutar con imaginación, desfiles y mucho colorido, sin necesidad de desperdiciar un bien cada vez más escaso.
Es de desear que este Carnaval sea el inicio de una cruzada por el respeto a los demás. Desde luego, en la consecución de este objetivo, la educación es un factor que poco a poco debe ganar más peso que la simple sanción.