El Comité de Operaciones de Emergencia de Cayambe se activó a principios de este mes. El objetivo es puntual: reforzar el monitoreo y los planes de contingencia ante una posible erupción del volcán.
La idea no es alarmar ni causar zozobra sino acumular las experiencias recientes, como las vividas en los sitios aledaños a los volcanes Tungurahua y Cotopaxi, para que la población y los sectores productivos estén siempre listos. El volcán Cayambe experimenta una actividad creciente desde junio y aunque en los últimos días los tremores han disminuido, no deja de ser una tarea permanente la observación científica. Por el momento hay tres estaciones que emiten señales hacia el Instituto Geofísico en tiempo directo.
El Cayambe, a 5 790 metros sobre el nivel del mar, es una de las elevaciones más altas de nuestro país. Está ubicado en el nororiente de la provincia de Pichincha. Tiene cinco domos, dos de ellos con orientación hacia la Serranía y tres hacia el Oriente. Las zonas de influencia frente a eventuales lahares contemplan grandes quebradas y fuentes de agua hacia la selva oriental. Los sembradíos, tierras de ganadería lechera, floricultura y aun el Aeropuerto Mariscal Sucre se cuentan entre los sitios de potencial influencia de la ceniza volcánica, en caso de erupción.
Aunque los expertos no ven inminente una erupción y puede calmarse o tener una erupción pequeña, recuerdan que la última fue hace 230 años y siempre es importante estar preparados.