La semana estará signada por manifestaciones que muestran el malestar de colectivos sociales y ciudadanos frente al Gobierno.
Las dos vertientes se juntarán el jueves 13 de agosto en la capital.
Una marcha, organizada por la dirigencia indÃgena de la Conaie y su brazo polÃtico Pachakutik, partió de Tundaime, en el suroriente, el 2 de agosto.
Sus integrantes han aprovechado distintas paradas por ciudades capitales serranas y poblados de concentración mayoritariamente indÃgena, para compartir su rechazo a varias medidas, y protestan también en contra de la reelección presidencial por la vÃa de la enmienda constitucional. A esa marcha se han adherido actores sociales y polÃticos de oposición, de lÃnea progresista, mientras que varios dirigentes opositores del centro hacia la derecha han mostrado solidaridad simbólica.
En la capital, la más conocida organización sindical, el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT), llama a un paro para el jueves. A él se adhieren algunos dirigentes y grupos que se han visto afectados por medidas gubernamentales.
Pero el Gobierno ha hecho lo suyo. La formación de grupos disidentes de la dirigencia social y sindical, su exhibición en citas con el Gobierno y el Presidente -la mayoritaria, de miles de choferes- quiere dar un enfoque distinto al momento polÃtico.
Que en la protesta se respete la propiedad pública y privada, y que el Gobierno tome nota, es el mejor escenario de una convivencia democrática.