La reunión de Guayaquil, a la que apenas concurrieron un par de cancilleres y otros funcionarios, y que contó con un discurso del Presidente Rafael Correa, concluyó con algunos acuerdos previos de tono menor antes de la reunión de la OEA en Washington el 22 de marzo, donde se definirán algunos temas relativos al ámbito y alcance del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
El Gobierno ecuatoriano por intermedio del canciller Ricardo Patiño hizo viajes por varios países para intentar bloquear la eficacia de las medidas cautelares del la Comisión Interamericana para los Derechos Humanos. Esa propuesta no fue aceptada y no constará en la agenda de los temas que se aborden en Washington.
Preocupa que el Gobierno señale ahora que si declaran medidas cautelares no está dispuesto a acatarlas. La Constitución en su artículo 424 señala la prevalencia de los tratados de derechos humanos ratificados por el Estado. Positivo es que se dote de fondos a otras relatorías y que su accionar sea tan fecundo y efectivo como la relatoría para la Libertad de Expresión.
El otro tema que para el Gobierno pareció relevante era la ubicación de la sede. Poco importa dónde funcione, lo importante es que su palabra y mandato moral se preserve.
Luce positivo el llamado a los países que no han signado el Pacto de San José que lo hagan, que prime el bien superior: el derecho de los individuos.