El Presidente abrió las puertas del Palacio del Carondelet para 11 federaciones de transportistas agrupadas en Fenacotip.
Hay varios aspectos que inquietan a los profesionales del volante. Uno de ellos es la búsqueda de reformas legislativas que permitan la operación del servicio puerta a puerta, como ocurre en varias ciudades del mundo. En algunos sitios los gremios han sido duros opositores. Los usuarios lo prefieren por calidez y comodidad pero los conductores dudan de la calidad de los volantes que no tienen carnet profesional.
Para muchos de los propietarios de los vehículos el programa de chatarrización ofrecido por el Gobierno quedó trunco y se les adeuda un total de USD 23 millones. El Presidente se comprometió a saldar la deuda de inmediato.
Otra queja del gremio se refiere al rol de los Gobiernos Autónomos Descentralizados. Las federaciones piensan que hay abusos de ciertos municipios.
El Gobierno mediante el decreto 975 flexibilizó los controles de revisión vehicular reduciendo su frecuencia a uno por año toda vez que ha bajado la accidentalidad. Para el caso de Quito desde el viernes, al inicio del mes de julio se deben someter ya los automotores de servicio público a esta segunda revisión. Estado de los frenos, luces, llantas y condición mecánica del vehículo garantizan la seguridad y por cierto la contaminación ambiental puede bajar si se los revisa a conciencia. Tal vez es una medida que debiera volverse a implementar por el bienestar ciudadano.