Entre las múltiples tareas de los entes de salud pública, las alertas tempranas y las precauciones del caso son esenciales.
El miércoles se admitió oficialmente la aparición de un caso de Chikungunya en el Ecuador.
Ocurrió en la provincia de Loja y las autoridades del ramo han confirmado, empero, que se trata de un caso no autóctono, que no fue transmitido por insectos vectores en el país, sino que lo contrajo un paciente que había viajado fuera de nuestras fronteras.El chikungunya alarma principalmente a un país vecino como Colombia, donde hay más de 4 600 casos sospechosos y 78 que fueron confirmados. Los síntomas de la enfermedad, según la Organización Panamericana de la Salud, son altas fiebres y dolores de cabeza, de articulaciones y músculos. En pocas ocasiones los episodios llegan a la muerte.
El Ministerio de Salud Pública tomó precauciones en la frontera norte divulgando las características de la enfermedad y haciendo un llamado a la población para extremar la prevención.
Mientras, el Ébola, que nace en el África, preocupa al planeta. Su rápida expansión desde África Occidental, especialmente en Liberia y Senegal, desata la operación Acción Unida. 4 000 militares estadounidenses se desplazarían y por ahora hay 10 posibles casos en EE.UU. Para el Ébola, los miles de vuelos internacionales son factor de propagación.
En ambos casos, y ante el nivel de alarma, cabe tomar medidas, como ocurrió con el Cólera o el AH1N1 para evitar que se afecte a los habitantes del Ecuador.