El ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, Ricardo Patiño, viajó a Londres para mantener dos reuniones principales: una cita con su par británico William Hague, que se efectuó ayer, y antes, una visita al pirata informático australiano, por primera vez desde que irrumpió en la sede diplomática ecuatoriana en Londres.
Julián Assange es requerido por la justicia de Suecia por presunta violación. Reino Unido no está dispuesto a otra solución que no pase por la de la Corte británica, que ya se pronunció por extraditar a Assange a Suecia. El ‘Foreing Office’ no ve progresos sustanciales en el caso.
El Ecuador, al insistir en que Assange es un luchador por la libertad de expresión, se ratifica en el asilo, mientras que el australiano dice que podría quedarse en su encierro por cinco años más.
Tras la cita de los jefes de la diplomacia de ambos países, Patiño dio una rueda de prensa donde dijo que se formará una comisión para estudiar una salida diplomática.
Los comisionados, una vez constituidos, llevarán a cabo una serie de reuniones en Quito y Londres, alternativamente. Está claro que este tipo de comisiones no siempre acuerda salidas inmediatas.
Habrá que ver cómo asimila el personal de la sede diplomática en la capital británica un asilo que al parecer no concluirá pronto como muchos esperan, y que le genera al país gastos y preocupaciones.