“Si el Sistema Interamericano no cambia, el Ecuador va a considerar una salida; esa es una decisión que va a tomar el Gobierno”. Esa amenaza con abandonar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) data del 2013 y fue lanzada por el en esa hora asesor jurídico de la Presidencia de la República Alexis Mera.
Entonces, Ecuador demandaba que la Comisión Interamericana de DD.HH. cambiara de sede (Washington, EE.UU.) y replanteara el financiamiento de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión.
Mera, abogado, mejor egresado de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, especializado en Derecho Administrativo en la Universidad de Salamanca, fue asistente de León Febres Cordero (1993-1997).
Y, desde Carondelet (el único secretario de Estado sin cambiar de cargo en 10 años), no dudó en tachar de “ridículos”, “instrumento de la extrema derecha internacional”, con un “conflicto de interés grosero” a funcionarios del Sistema Interamericano que criticaron a su gobierno por los juicios a opositores y el trato al periodismo.
Mera delineó las iniciativas legales de Carondelet que constituyeron un nuevo marco legal. Expuso que “el Estado debe enseñar a las mujeres que es preferible que retrasen su vida sexual”. Se eliminó la estrategia de prevención de embarazo adolescente y se creó el Plan Familia; no se despenalizó el aborto por violación, pese a los pedidos desde organismos de derechos humanos en Naciones Unidas.
El pasado gobierno, del cual Mera fue parte, impulsó la reforma judicial: se integró una nueva Corte de Justicia, se endurecieron penas; ex ministros asumieron la Fiscalía y el Consejo de la Judicatura. En marzo, el Departamento de Estado señaló desde Washington “la falta de independencia en el sector judicial” como uno de los abusos a los DD.HH. en Ecuador.
Que Ecuador postule este 2017 a Alexis Mera, un crítico del esquema de DD.HH. de la OEA, para integrar el Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA), organismo del Sistema Interamericano que impulsa la reforma de la justicia en la región, parece una contradicción.