Carlos Calderón. El técnico ecuatoriano dio oportunidades a Adrián Bone y Máximo Banguera. Foto: Archivo EL COMERCIO
Cuando el entrenador Carlos Calderón dirigía las juveniles de Espoli –en el 2004- recibió informes desalentadores sobre Máximo Banguera. En el club le dijeron que el futbolista tenía pocas opciones de convertirse en arquero.
Calderón –recuerda- que mantuvo a Banguera, pese a los informes. Es algo que rememora con orgullo porque –ahora- el golero está entre los 23 seleccionados que irán al Mundial. El DT ecuatoriano conoció a Banguera en el 2004. Entonces –recuerda- que se impresionó por el aspecto físico y la velocidad del entonces joven prospecto. “Esas características de Máximo me infundieron confianza para retenerlo”.
Banguera se juntó con otros como Michael Jackson Quiñónez, Miguel Ibarra y Henry León, quienes ahora juegan en la Primera Categoría.
Ese año, el 2004, ellos se ganaron la confianza del DT. El golero, incluso, se destacó en la final de la Sub 20 del equipo ante Emelec, en Guayaquil. “Con él ganamos 1-0, pero en la revancha en Quito no lo tuvimos y perdimos”, recuerda.
Edgardo Bauza. El argentino hizo debutar a Alexander Domínguez en el 2007, en Liga (Q).
En el 2005, Calderón asumió la dirección del equipo ‘policial’ en la Serie B e incluyó en su plan de trabajo a las jóvenes promesas del club como Banguera. Pero el golero tuvo que pelear por la titularidad frente al colombiano Rolando Ramírez, ahora en Deportivo Quito.
Para mejorar sus condiciones, Calderón ordenó al preparador de arqueros que ayudara a Banguera con ejercicios para mejorar la técnica. Por ello, tras los cotejos el futbolista se quedaba para practicar las salidas y las ‘voladas’ bajo los tres palos.
El entrenador mantuvo su confianza y promovió al guayaquileño a la Serie A. Así, en el Clausura del 2005, el ‘Cachetón’ completó 15 partidos en la división de élite del balompié ecuatoriano.
Luego, el golero pasó a Barcelona, donde se convirtió en titular y dio el salto a la Tri. Pese a la distancia, Banguera y otros jugadores como Henry León intentan mantener contacto. “Ese es mi orgullo”, afirma el DT que también hizo debutar a Adrián Bone en la Serie A.
Víctor Riggio. El argentino permitió el debut del volante Segundo Castillo en Espoli.
Calderón tuvo buen ojo para los arqueros. A Bone le hizo debutar en el 2010. El ahora tercer portero de la Tri estaba decidido a marcharse del equipo por falta de oportunidades. Calderón le dijo que se quedara.
La petición dio resultados y Bone –desde que ingresó a tapar en un partido con el Quito por la lesión de Edwin Villafuerte- no aflojó la titularidad. “Bone me agrada porque es rápido y decidido. A veces, esto le jugaba en contra, pero ahora ha aprendido a manejar ese aspecto”, confirma Calderón.
Jorge Célico es otro de los técnicos que confió en los seleccionados. El DT descubrió a Renato Ibarra y lo incluyó en el plantel de Primera de El Nacional, en el 2007. “Son cosas que uno no espera. Ahora, Renato juega en Holanda y todavía no tiene techo”, afirma el DT de la Universidad Católica.
Célico observó a Ibarra en un partido de juveniles en Pomasqui y decidió llevarlo a las juveniles del ‘Nacho’. Después, Ibarra se destacó y ahora es uno de los convocados para el Mundial de Brasil.