Senegal desarma a Polonia y logra el primer triunfo africano en el Mundial 2018

Mbaye Niang (izq.), de Senegal, disputa la pelota ante Grzegorz Krychowiak (der.) de Polonia el 19 de junio del 2018. Foto: Franck Fife / AFP

Mbaye Niang (izq.), de Senegal, disputa la pelota ante Grzegorz Krychowiak (der.) de Polonia el 19 de junio del 2018. Foto: Franck Fife / AFP

Mbaye Niang (izq.), de Senegal, disputa la pelota ante Grzegorz Krychowiak (der.) de Polonia el 19 de junio del 2018. Foto: Franck Fife / AFP

Ordenada y eficaz en ataque, Senegal logró el primer triunfo africano en el Mundial 2018 al sorprender (2-1) a Polonia y se situó junto con Japón al frente del grupo H del Mundial, este martes en el Spartak Stadium de Moscú en el partido que cerró la primera jornada.

El equipo africano sigue la estela del asiático, que antes se impuso 2-1 a Colombia. A priori favoritos para la clasificación, europeos y sudamericanos se enfrentan en la segunda jornada en un duelo definitivo para ambas selecciones.

Senegal logró así el primer triunfo africano en el Mundial, tras las derrotas de Egipto, Marruecos, Nigeria y Túnez.

Apoyado por un puñado de aficionados ante una marea polaca, Senegal venció con goles del brasileño nacionalizado polaco Thiago Cionek en propia puerta (37) y Mbaye Niang (60). Grzegorz Krychowiak acercó a los europeos en el 86.

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Lewandowski, muy solo 

Polonia temía pagar la baja del central Kamil Glik pero sus principales carencias llegaron en la creación y en el ataque, donde Robert Lewandowski no encontró a los socios adecuados.

Muy sereno desde el pitido inicial, Senegal contuvo a Polonia con un bloque sin fisuras que impedía maniobrar a sus jugadores de talento como Piotr Zielinski, del Nápoles, invisible durante gran parte del choque.

En el primer tanto, Niang le ganó un duelo aéreo a Lukasz Piszczek. La bola pasó por las botas de Sadio Mané, que encontró a Idrissa Gueye, cuyo disparo sin convicción lo tocó Cionek para descolocar al arquero Wojciech Szczesny.

Antes Polonia había intentado asumir la posesión del partido pero le fallaba el eslabón clave de su cadena. No encontraba la manera de conectar con Lewandowski, aislado en el ataque y molesto en ocasiones por la falta de precisión y de 'timing' de sus compañeros a la hora de leer sus desmarques.

La otra gran atracción del duelo, Mané, tampoco brilló en los compases iniciales, pero según pasaban los minutos fue entrando en calor. Líder ofensivo, empezaba en la izquierda para ocupar todo el frente de ataque asociándose con sus compañeros.

A la media hora de juego dejó un destello de su condición de velocista. Robó en su área y montó un esprint que Krychowiak logró cortar antes de que la bala del Liverpool llegara a la zona de máximo peligro.


Niang, muy entonado 

En la segunda parte Polonia salió decidida a darle una marcha más al partido. Visto que el mediocampo no le servía en condiciones, Lewandowski bajó unos metros, recuperó el balón y metió la directa. Únicamente Salif Sane, que vio la amarilla, fue capaz de pararlo cuando se plantaba solo en el área (49) .

El propio Lewandowski se ocupó del lanzamiento de falta, pero el arquero Khadim Ndiaye le respondió con una palomita y un despeje de puños.

A la hora de juego, cuando parecía que Polonia podía empatar, Senegal sentenció. Con el balón por las nubes, Krychowiak se equivocó en una imposible cesión a su portero desde el centro del campo.

Niang, ya entonado en el primer tiempo, leyó la jugada, se anticipó a Szczesny para sortearlo y marcar a puerta vacía.

En la desesperada ofensiva final, Krychowiak acercó a su equipo al acertar con un remate de cabeza en el lanzamiento de una falta. Fue demasiado tarde.

El árbitro pitó el final y Sadio Mané se sentó tranquilo y sonriente en el césped para disfrutar del triunfo.

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