El entrenador Javier Cayambe conversa con sus pupilos en la Casa de los Marchistas, ubicada en La Vicentina. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
“No es la casa de los sueños, pero nos invita a soñar con las metas que nos hemos impuesto”, dice Javier Cayambe. El entrenador del atleta David Hurtado y de un puñado de medallistas nacionales y sudamericanos, es quien abrió la casa de los marchistas en Quito.
La vivienda, ubicada en la calle Equinoccio, se localiza a pocas cuadras de Concentración Deportiva de Pichincha, es el centro de concentración, entrenamiento y recuperación. “Siempre hemos pedido a los chicos un comportamiento profesional. Hemos hablado del entrenamiento invisible donde es importante descansar y contrarrestar la fatiga. También nos permite controlar la alimentación y la hidratación y los electrolitos que consumen”, añade el entrenador.
La casa es un hogar de deportistas que sueñan con grandes triunfos, marcas y récords. Javier Cayambe nació en Los Ríos y llegó a Quito a estudiar su licenciatura en Educación Física. Se quedó en la capital y hace cuatro años fundó la Escuela de Marcha de Quito.
Sus éxitos deportivos ya los cosecha: David Hurtado es el campeón Panamericano Juvenil de los 10 000 metros. Ocupa el primer lugar en el ranking mundial de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por su nombre en inglés), en la división juvenil.
El sábado pasado, en Santiago de Chile, María Belén Villalba se coronó campeona en los 5 000 metros de los Juegos Suramericanos de la Juventud. “Con este título se clasificó a los Juegos Olímpicos de la Juventud del próximo año”, dijo el profesor Cayambe. El próximo reto es “tener un atleta en los Olímpicos de Tokio 2020”.
La casa es de dos plantas. Tiene cuatro dormitorios; el uno lo ocupa el profesor Cayambe con su esposa, Mimi Cartagena, y en el otro la primera hija del matrimonio, Camila. En los otros dos se han acondicionado habitaciones con dos camas en cada uno donde se alojan ocho deportistas, así más que casa de concentración, ellos se sienten como integrantes de una familia.
Los atletas también tienen una zona de estudio provista con una computadora para que sea utilizada para las tareas escolares.
En la parte baja, están la sala y el comedor, pero que no tienen esa exclusiva función. En la sala está una televisión de 48 pulgadas donde se miran videos. “Miramos las participaciones de los chicos para corregir técnica o postura. También observamos videos motivacionales como la vida de Jefferson Pérez o de Nairo Quintana (ciclista colombiano que ganó el Giro de Italia). Son historias que nos inspiran porque detrás de la victoria hay una serie de esfuerzos y sacrificios”.
El entrenador Javier Cayambe con María Belén Villalba. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En el comedor se han instalado una caminadora, un minigimnasio de pesas y una camilla para masajes de recuperación.
David Hurtado, quien fue incluido en el Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte en julio pasado, pero que hasta el momento no ha recibido un solo dólar, expresó que “es un proyecto muy importante para nosotros. Yo vivo en el sector de Guamaní, al sur de la ciudad y debo viajar una hora y media para entrenarme en el parque La Carolina. Además, ya empecé clases en la Udla. Estoy viviendo en la casa de los marchistas desde hace un mes, tengo más tiempo para descansar, entrenarme y para mis estudios”.
María Belén también vive en el sur de la capital. Después de terminar el horario colegial va a la casa almorzar y descansar. Se entrena y luego se dirige a su domicilio. “Me gusta venir a la casa porque nos apoyamos unos a otros”.
En esta escuela de marchistas también está Xavier Mena, campeón panamericano juvenil por equipos; Jefferson Imbacuán llegó desde Carchi y Jinsop Calderón, desde Loja.
Los gastos los financia el profesor Cayambe con la ayuda de Cendevia, uno de sus auspiciantes. “No tenemos más respaldo”, añade Cayambe, que el martes retornó de Costa Rica, país que se interesó por sus servicios para trabajar con el equipo olímpico de ese país.
El entrenador:
Javier Cayambe nació en Babahoyo el 4 de abril de 1988. Llegó a la capital a estudiar Educación Física.
Luego de su graduación se quedó en Quito para trabajar junto al entrenador Freddy Vivanco.
Se especializó en la marcha porque dice que el ecuatoriano tiene el biotipo perfecto.
La escuela de Marcha no tiene respaldo. Solo David Hurtado está en el Plan de Alto Rendimiento.