Perú solicitó oficialmente que el raid Dakar del próximo año se inicie en Lima. Foto: AFP
El martes, Perú hizo entrega a la organización del rally Dakar, de su pedido de incluir a este país en la edición del 2018. El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Eduardo Ferreyros, declaró que el país podría tener una inversión de USD 6 000 000 y un retorno económico de USD 300 millones por pagos de alojamiento, alimentación, insumos de más de 1 000 durante tres o cuatro días.
“El Dakar se ha consolidado de una manera que nadie podía imaginar en Sudamérica y creo que todavía le quedan muchos países y muchos parajes para descubrir. El futuro del Dakar lo sigo viendo en Sudamérica”, comentó el francés Marc Coma, director técnico de la carrera.
Perú fue punto de partida del raid en las ediciones 2012 y 2013, luego pasó a Chile. Pero el gran sueño de Marc Coma es lograr que los autos partan de Buenos Aires en la costa atlética y culminen en Colombia, en la costa del Pacífico.
Mauricio Moreno, de la Comisión Nacional de Rally de la Federación Ecuatoriana de Automovilismo, dice que “la solicitud de la inclusión de Ecuador en el Dakar es exclusiva del Estado, quien autoriza a que la carrera pase por las rutas del país. Es un evento tremendamente costoso y en estos momentos el país no está en condiciones de hacer una inversión. Lo veo algo difícil para el próximo año”, dijo.
Además de los réditos económicos, Perú apunta a un desarrollo deportivo. En el 2013, cuando el Dakar empezó en Perú, participaron 40 pilotos locales en 26 vehículos. Ecuador solo ha participado con un auto en tres ediciones y un motociclista en una.
“Por la situación económica que afecta al país, también es muy complicado que más pilotos ecuatorianos participen en el Dakar. Es una carrera que requiere USD 250 000 de inversión”, añadió el directivo.
Sin embargo, destacó lo realizado por Sebastián Guayasamín, quien culminó el rally Dakar del 2017. “Es un mérito porque se trata de un rally que dura dos semanas y donde las posibilidades de terminar son mínimas, no por él o el auto sino por la naturaleza misma de la carrera”.