Los deportistas competidores retiran los chips, desde el viernes 4 de noviembre en la feria internacional.
Cientos de miles de turistas ya han desembarcado en Nueva York para su célebre maratón, que será el sábado 5 de noviembre. Más aún que las otras grandes maratones internacionales, el de la Gran Manzana es una formidable máquina de hacer dinero, con una cálida acogida que hace soñar a los corredores de todo el mundo.
El impacto económico del más prestigioso de los maratones, que empezó en 1970 con 127 corredores que daban vueltas al Central Park, es inmenso: más de 260 000 turistas dejarán a la ciudad unos USD 415 millones.
Entre los cerca de 51 000 corredores registrados para la carrera, cerca de 30% son extranjeros. Si no tuvieron la suerte de ser elegidos en la lotería cuyo ingreso cuesta USD 255 para los estadounidenses y USD 347 para el resto, muchas veces no tienen otra opción que pasar por agencias turísticas y comprar un paquete con el derecho a participar.
Estas fórmulas cuestan en general no menos de USD 2 500 por persona, según la duración del viaje y el alojamiento escogido.
Y apenas llegados a Nueva York, los gastos comienzan, con la retirada del dorsal oportunamente situado junto a un salón donde se alinean cientos de expositores que venden todo para equipar o revitalizar a los corredores. Sin mencionar el turismo y el shopping que forman parte integral de la experiencia.
Sin embargo, para una amplia mayoría vale la pena por el ambiente del maratón, que atraviesa desde 1976 los cinco distritos de Nueva York, considerado único en el mundo.
Valérie Merle-Darcourt, corredora francesa, llegó de la ciudad de Evian con cinco amigos, aunque el viaje le parece “muy caro” y la organización “muy comercial”, reconoce que esta competencia es icónica para los aficionados a este tipo de competencias .
“Hice una vez el maratón de Nueva York hace cinco años, y nueve maratones en total” , contó Rob Elliott, llegado de Londres. “Nueva York fue el mejor de los nueve, solo por el clima y el apoyo de la población, que es realmente muy especial”, dijo .
Paul Diver, originario de Belfast pero instalado en California con su mujer y sus dos hijas, estima que la familia “gastará aproximadamente USD 5 000. Pero por nada del mundo se perdería el ambiente que le espera durante el recorrido de 42,195 kilómetros .
Francesco Ciancimino ya gastó más de USD 5 500 para llegar desde Roma. Quiere correr la maratón para sentir el aliento de las multitudes y las vistas increíbles de Manhattan.
Con un éxito tal, no sorprende que las organizaciones caritativas se hayan aferrado a la carrera.