Liga de Quito se derrumba y cae al décimo lugar

Hernán Barcos (verde) remata ante el golero paraguayo Osvaldo Cabral, en el estadio Bellavista. Foto: API para EL COMERCIO

Hernán Barcos (verde) remata ante el golero paraguayo Osvaldo Cabral, en el estadio Bellavista. Foto: API para EL COMERCIO

Hernán Barcos (verde) remata ante el golero paraguayo Osvaldo Cabral, en el estadio Bellavista. Foto: API para EL COMERCIO

Hernán Barcos pegó un grito, en contra de Norberto Araujo, a los 22 minutos del partido en el estadio Bellavista. Enfurecido, le pidió al capitán de Liga que realizara pelotazos largos y no pases cortos, improductivos.

Al ‘Pirata’ le ganó la ansiedad y retrocedió entre 20 y 30 metros, lejos del área, para recibir la pelota. El argentino no encuentra un socio en el ataque y Liga sufre por la falta de goles.

Ayer, 16 de abril, la ‘U’ perdió 1-0 ante Macará y la falta de resultados positivos se extiende. LDU, con una alta inversión (su presupuesto es de USD 11,2 millones), cayó al décimo lugar del campeonato.

En el cotejo en Ambato, Carlos Arboleda anotó el tanto del triunfo macareño, en los minutos finales, con un remate potente. Con esto, Liga sumó su cuarta derrota en el torneo. También suma cuatro empates y apenas una victoria.

Para el entrenador uruguayo Gustavo Munúa, otra vez, hubo un factor determinante en la derrota de ayer: “la suerte le está dando la espalda a Liga”.

El DT no asimila y no entiende qué pasa. Si alguien pone en duda su continuidad, Munúa aseguró que tiene el apoyo de la hinchada y de la directiva. Habló de un proceso de dos años y que, en diciembre, espera encontrar el nivel que la hinchada exige.

Ante la pregunta insistente ¿qué pasa con Liga? el DT tiene su criterio: “El campeonato se acaba en diciembre. Este momento es muy difícil de explicar. Es fuera de lo normal”.

El charrúa insistió ayer que tiene todas las ganas de seguir en el plantel, luchar y revertir la situación del equipo.

Sin embargo, más allá del factor suerte, Liga continúa mostrando la imagen de un equipo que tiene la pelota, ejerce el dominio, controla los espacios, pero no hace daño en el área rival. El primer tiempo en Ambato, el equipo albo generó poco en ofensiva. Barcos, otra vez, levantó centros, salió cerca de la media cancha a recibir la pelota, pero eso no es suficiente para provocar peligro.

Munúa se fue molesto porque Macará fue un equipo que se encerró en su área.

En el cotejo hubo acciones polémicas dentro del área. Un gol anulado a Barcos dará para análisis de toda la semana. Sin embargo, la ‘U’ no genera fútbol vistoso y no crea oportunidades trabajadas.

El plantel albo tampoco aprovecha las jugadas de pelota quieta. De los cuatro tiros libres que tuvo ante el cuadro ambateño, tres fueron mal ejecutados. Tampoco hay un empeine fino que ponga la pelota en la cabeza de Barcos.

La defensa alba no tuvo mayores exigencias y el que mejores oportunidades tuvo fue Horacio Salaberry.

De los pocos sustos que tuvo la ‘U’ fue un tiro libre de Carlos Feraud, que casi termina en las redes. Fue una advertencia para los visitantes, antes del gol.

Fue otro golpe durísimo para Munúa y sus pupilos. El DT está convencido que en la reunión de hoy de la Comisión de Fútbol volverá a recibir la confianza de la directiva. Aunque la ubicación en la tabla genera molestias de la hinchada. La inversión que hizo la ‘U’ no alcanza para pelear la punta.

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