Josselyn Montiel dejó a su familia en Ibarra para entrenarse en Quito. Está clasificada al Mundial de Menores de Cali, en julio. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO.
A Josselyn Montiel la entrevistaron por primera vez, hace dos semanas. Durante el selectivo provincial de atletismo, a inicios de mes, le hicieron algunas preguntas. Después de eso, el miércoles 4 de marzo, conversó sobre su vida de quinceañera convencida de que puede llegar a hacer historia en el deporte nacional.
“No estoy tan nerviosa como pensé que estaría en mi primera entrevista. Pregúnteme no más”, dijo sentada en los graderíos de Los Chasquis, la pista capitalina donde se fortalecen a diario unos 120 atletas.
Nacida en Santo Domingo, criada en Ibarra y ahora radicada en Quito, la adolescente es una de las corredoras con mejores proyecciones en el área de atletismo de Concentración Deportiva de Pichincha (CDP).
Para demostrarlo, basta decir que está clasificada al Mundial de Menores de Cali, Colombia, en los 400 m con vallas (julio).
Para esa cita también tienen cupo Maribel Caicedo (Guayas) y Diego Arévalo (Azuay).
Con 15 años y ya adaptada a la vida en la residencia de CDP, donde comparte habitación con Tania Caicedo, Josselyn se distingue por su disciplina.
Así lo ratifica la entrenadora Ruth Cabrera, quien guía al equipo de velocidad de la categoría Menores. “Llega temprano y pregunta sobre los entrenamientos. Una de sus ventajas es que sabe lo que quiere”, explicó la especialista.
Dos años atrás, la vida de Josselyn dio un giro. En el 2013 asistió al funeral de un primo suyo. En ese sepelio se le acercó Elisa Mina, lanzadora de Pichincha, quien preguntó si realizaba algún deporte.
Hasta ese momento, ella prefería el fútbol, porque ese es el juego favorito en su familia, pero no se entrenaba. “Elisa me dijo que podía tener opciones en el deporte y por eso vinimos con mi papá, un lunes, y me hicieron unas pruebas”.
Los entrenadores Édison Páez y Nelson Gutiérrez realizaron los chequeos y le dieron el visto bueno. Esa niña de piernas largas tenía condiciones para empezar a entrenarse para el alto rendimiento.
En noviembre de ese año, Josselyn empezó a vivir en Quito. “Al principio lloraba, fue difícil alejarme de mis padres pero ahora estoy acostumbrada”, contó la adolescente que se divierte como nadie cuando patina sobre hielo en la pista del Quicentro Sur.
Aunque tiene 15 años, la atleta conversa con soltura y seguridad. Eso mismo transmite cuando está sobre la pista, donde se mueve con prestancia. Por si fuera poco, su entrenadora certifica que ella llega temprano y coloca las vallas sobre la pista, para empezar la práctica, sin que nadie se lo pida.
El año pasado, en el selectivo de Guaranda, se quedó a centésimas de clasificarse al sudamericano. Sin embargo, en Pichincha le tenían confianza.
Por ese motivo, Mauricio Cadena, coordinador del área de atletismo, solicitó a la Federación Ecuatoriana que la incluyeran en la selección. Los dirigentes lo aceptaron y Josselyn fue tercera en Cali, con 1:01:46 minutos, en los 400 m vallas. Ese registro le sirvió para llegar al Mundial de Menores.
“Sabíamos que podía y no nos equivocamos”, dijo Cadena.
“Quiero seguir entrenando, terminar el colegio y entrar a la universidad”, indicó la estudiante del colegio Nuevo Ecuador.
Uno de los momentos más gratos que ha tenido ocurrió el año pasado, cuando le entregaron el uniforme de Ecuador con el que fue a Cali (en la entrevista usaba el pantalón azul de ese apreciado conjunto).
Esa experiencia en su primer viaje internacional la marcó. Competir sobre una pista azul, con deportistas de Brasil, Colombia, Venezuela… la dejó aún más motivada. Ahora, la atleta que se deleita con encebollados quiere conseguir un podio mundial e ir a los Juegos Olímpicos.