José Marcillo indultó un bravo y noble novillo de El Pinar

Foto: cortesía Lorena calderón Larga cordobesa de José Marcillo al ejemplar Tortinero, de El Pinar, que fue indultado en Riobamba.

Foto: cortesía Lorena calderón Larga cordobesa de José Marcillo al ejemplar Tortinero, de El Pinar, que fue indultado en Riobamba.

Larga cordobesa de José Marcillo al ejemplar Tortinero, de El Pinar, que fue indultado en Riobamba. Foto: Cortesía Lorena Calderón

El novillero José Marcillo indultó al cuarto novillo de la noche, de El Pinar, en la novillada celebrada el viernes 2 de junio del 2017 como primer festejo de la Feria del Señor del Bueno Suceso.

Con poco público y tiempo agradable se lidiaron cuatro novillos de El Pinar, de buena estampa, con transmisión y juego, destacando el tercero, aplaudido en el arrastre, y el cuarto, Tortinero, de 435 kg, número 52, que recibió el premio merecido del indulto.

Julio Ricaurte saludó a su primero a la verónica y estuvo animoso en los quites por chicuelinas y gaoneras. Faena de entrega con mejores pasajes al natural. Mató de estocada entera, pero los fallos con la puntilla hicieron que el trofeo se esfumara. Ovación.

El riobambeño recibió con una larga cambiada cruzada a su primero y toreó por verónicas. Ricaurte aprovechó en varias series el magnífico pitón derecho de Torbellino y ejecutó una faena de conexión con algunos buenos derechazos y manoletinas finales. Estocada y oreja que paseó entre aplausos.

La verónica fue el lance fundamental con que José Marcillo recibió al segundo de la tarde. Hizo una faena de naturales de empaque y clase, aprovechando la emotividad que ponía la res. Mató de tres cuartos de estocada y estuvo desacertado con el descabello. Palmas.
El novillero de Sangolquí saludó a Tortinero con verónicas y una buena media de remate. Hernán Tapia midió con tino el castigo en varas. Hermoso y suave quite por chicuelinas y una larga cordobesa lucida( foto).

Marcillo interpretó la soberbia y templada embestida del novillo que no paraba de humillar. Hizo una faena torera, de excelentes pases con la mano derecha y naturales hilvanados, todos con buena técnica y clásicas formas, y el indulto se venía cantado, así lo expresaban los espectadores, pero el palco tardó en advertir las superiores virtudes del novillo que volvió a los corrales luego de una larga faena, mientras el novillero recibió las dos orejas y el rabo simbólicos y paseó con entusiasmo en la triunfal vuelta al ruedo.

Participó al cierre del espectáculo el grupo de recortadores ecuatorianos mostrando sus habilidades a cuerpo limpio, fueron premiados con una vuelta al ­anillo tras su actuación.
Al finalizar la tarde, Ricaurte fue muy aplaudido y Marcillo salió en hombros por la puerta grande.

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