Ahora las mascotas van ‘fashion’ a las montañas

Felipe Borja y su perro Scooby Doo acuden diariamente al parque Metropolitano, en el norte de Quito, para ejercitarse. Foto: EL COMERCIO

Felipe Borja y su perro Scooby Doo acuden diariamente al parque Metropolitano, en el norte de Quito, para ejercitarse. Foto: EL COMERCIO

Felipe Borja y su perro Scooby Doo acuden diariamente al parque Metropolitano, en el norte de Quito, para ejercitarse. Foto: EL COMERCIO

Entrenar correctamente antes de lanzarse a una aventura es uno de los consejos que dan los especialistas a quienes se involucran en algún tipo de actividad deportiva.

Otro de los más comunes es acudir con la indumentaria y accesorios adecuados: zapatos, reloj, pantaloneta, medias, camiseta, cinturones portabebidas…

Si usted es de aquellas personas que le gusta ejercitarse al aire libre, rodeado de la naturaleza, y además lo hace en compañía de su mascota, debe aplicarle los mismos cuidados.

Considerando que el perro es un miembro más de la familia, tiendas deportivas han traído al país decenas de prendas de vestir para someter al perro a caminatas a campo traviesa o en la ciudad, ya sea que usted trote, camine o vaya en bicicleta.

Scooby Doo, un gran danés, integrante de la familia del ciclista Felipe Borja es una de las mascotas que acude diariamente al parque Metropolitano vestido con la indumentaria adecuada.

Él tiene un chaleco para mitigar el frío cuando va a pernoctar con su dueño, zapatos que evitan que se lastime las patas en la montaña o que se las queme en el asfalto.

También lleva consigo su bandeja para poner su alimento (come un kilo diario), bolsas de agua, correa... La lista de prendas para emprender una excursión es larga y variada.

La única recomendación que hace Borja es conocer las condiciones físicas del can antes de llevarlo a la montaña, ya sea a caminar o a trotar. También sugiere probarle con antelación la indumentaria.

Con Scooby Doo, por ejemplo, el pedalista ecuatoriano recorrió 50 kilómetros, en tres días. Junto a su perro realizó el trekking del Cóndor, un trayecto que comprende quebradas, riachuelos, pajonales… Y donde además el clima es variado.

En esa aventura, Borja y su perro durmieron dos días bajo una carpa, y según el ciclista, Scooby durmió cómodo. “No hubo problemas”.

En esa aventura, ese gran danés caminó con ocho libras de carga, incluidos los tres kilos de comida. En el arnés llevó, además, implementos útiles para Borja (chompa rompevientos).
El pedalista dice que la idea es que cada uno lleve sus propios accesorios durante la travesía. Al inicio les cuesta, agrega, pero después se acostumbran.

Los almacenes Tatoo es uno de los sitios donde se encuentran estas prendas de todos los colores y tamaños. Sin embargo, Borja insiste que es básico conocer las condiciones físicas del can para salir a la aventura.

Como sucede en los humanos, los canes también necesitan de un chequeo médico.

Un perro de raza como el bulldog inglés, por ejemplo, no podría acompañarlo a ese tipo de salidas porque se cansa muy rápido.
Con Scooby Doo, Borja también practica ciclismo, de una a dos veces por semana, lo que hace aún más interesantes sus aventuras.

La semana pasada, él y su perro visitaron el parque Metropolitano, al norte de la ciudad. Allí, Borja se entrenó en compañía del perro que llegó a su departamento por pedido de su novia.

Inicialmente, el deportista estaba aficionado por un can de raza bóxer, pues esta es otra de las razas que tienen condiciones para acompañar a su dueño en ese tipo de pruebas. “Son bastante musculosos”.

En salidas de ciclismo, Borja aconseja no sobrepasar el límite del perro, y vigilarlo constantemente para abastecerlo de agua y de comida. “Ellos se cansan más rápido cuando hacemos ciclismo porque tomamos más velocidad”.

Al igual que un humano, los perros necesitan mantenerse hidratados durante la travesía. Es por esa razón que Borja lleva dos bolsas con ese líquido. Cada una tiene capacidad para 1 litro, más o menos.

Aunque los costos varían dependiendo de la calidad del producto y de la marca, se estima que con un presupuesto de USD 250 basta para adquirir los implementos más importantes.

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