Glenda Morejón y el entrenador Giovan Delgado el miércoles 19 de julio cuando fueron recibidos por amigos, familiares y autoridades en Imbabura. Foto: Francisco Espinoza para EL COMERCIO
Glenda Morejón todavía no puede retomar sus entrenamientos con normalidad. Las invitaciones, los reconocimientos, las reiteradas entrevistas tienen todavía a la joven imbabureña, y a su entrenador Giovan Delgado, de un lado para otro.
Ella ganó hace una semana la medalla de oro en el Mundial de Atletismo Sub 18 de Kenia. Ese éxito hizo que las autoridades deportivas la incluyeran en el Plan de Alto Rendimiento, por lo que podrá recibir USD 300 mensuales. Ella y su técnico han manifestado que no están del todo conformes por haber sido designados en la categoría D, pues consideran que una deportista con logros a nivel sudamericano y mundial debería recibir una remuneración mayor. “Con eso no se puede hacer mucho”, dijo el entrenador a este Diario.
No obstante, el técnico Delgado aseguró que empresas privadas relacionadas al ámbito deportivo, también constructoras y de otra índole, se han comunicado con ellos y han mostrado un serio interés por patrocinar la carrera de la campeona imbabureña que se entrenó con los zapatos agujereados para llegar al mundial. Las llamadas de empresas han llegado de Ecuador, México, España y otros países.
Delgado confirmó que el 24 de julio se reunió con Juan Carlos Holguín, empresario que maneja el marketing de reconocidos deportistas como Luis Antonio Valencia. “Tuvimos un encuentro con él personalmente y esperamos firmar máximo hasta el sábado, para que sean ellos quienes se encarguen de las empresas, de los medios…”, dijo el técnico de 47 años oriundo de Guayaquil, pero que ha vivido la mayor parte de su vida en Imbabura.
Para estos días, la marchista tiene invitaciones del Ministerio del Deporte, de la Asamblea Nacional… Incluso ha sido invitada por la comunidad de ecuatorianos residentes en EE.UU. para un próximo evento.
Delgado reconoce que él y la familia de la adolescente tratan de tomar con calma este momento de euforia. Ellos saben que el camino para conseguir los éxitos planeados es largo y difícil. Se requiere de entrenamiento, de voluntad, pero también de apoyo.
Para el próximo año esperan ingresar en una categoría superior en el Plan de Alto Rendimiento, para así recibir más apoyo de las autoridades deportivas. Su meta es clasificarse a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y más adelante, en la cita del 2024, pelear por una medalla olímpica. En ese objetivo también están otros deportistas que se entrenan en Ibarra, como Kimberly Revelo, marchista que se ejercita junto con la campeona juvenil.