El mediocampista francés Eduardo Camavinga calienta durante el partido de fútbol del Grupo C de la Liga de Naciones de la UEFA entre Francia y Croacia el 8 de septiembre de 2020 en el Stade de France en Saint-Denis, cerca de París. AFP
En el triunfo de Francia 4-2 ante Croacia, en Saint-Denis, por la segunda jornada de la Liga de Naciones, tuvo un hecho que ganó trascendencia en el mundo del fútbol: el debut del adolescente de 17 años Eduardo Camavinga.
Para el recuerdo quedará la entrada en juego, en un estadio vacío y en la segunda parte, del centrocampista Camavinga, que con 17 años, 9 meses y 29 días es el primer jugador menor de edad en ser internacional con los Bleus desde hace más de 100 años.
“En primer lugar, siento alegría y orgullo por mi familia y por todos los franceses. Es un poco loco, nunca había venido a Clairefontaine (sede de la selección francesa) salvo una vez con la sub-21. Me han recibido bien, he estado cómodo y todo ha salido bien. Para volver tendré que rendir con mi club”, señaló Camavinga, nacido en Angola, de padres congoleses, y objetivo de los grandes clubes europeos.
Solo dos jugadores fueron más precoces que la promesa del Rennes: Julien Verbrugghe, internacional a los 16 años y 10 meses en 1906, y Maurice Gasgiger, que debutó con 17 años y 4 meses en 1914.
Al jugador le preguntaron cómo era capaz de mostrarse sereno en el medio del campo: “No tengo ni idea, sinceramente no lo sé, a menudo he jugado con gente más mayor, lo que me ha permitido adquirir cierta madurez”.
Camavinga (1,82 m y 68 kg) fue convocado por el seleccionador Didier Deschamps en sustitución de un peso pesado como Paul Pogba, que dio positivo en el test del covid-19.