En el entrenamiento del martes del club en El Potrero de San Luis, en Lumbisí. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El trabajo de utilería empieza antes de las 07:00. Colocan conos, mueven los arcos, desdoblan chalecos, ubican cintas elásticas, inflan pelotas…
Los futbolistas, a diario, madrugan para llegar temprano a la cancha del complejo El Potrero de San Luis, en Lumbisí. En las últimas semanas todos madrugan en el América.
El plantel, el cuerpo técnico y la utilería ya se acostumbraron a estar allí cuando el sol recién comienza a salir. En esas mismas instalaciones funcionan las escuelas vacacionales de fútbol infantil. Por este motivo, el puntero de la Serie B tuvo que adaptarse a la exigencia de entrenar muy temprano.
Allí es frecuente mirar al DT Francisco Correa dirigir con gafas y gorra. Imparte indicaciones desde la mitad de la cancha. Trabaja con grupos. Lo hace con los defensas, volantes y delanteros. Con los atacantes ensaya definiciones, centros, remates y pule la puntería.
En los siete meses de este año, ese laboratorio ha funcionado. Su equipo ha marcado 30 goles en 22 juegos.
Así, el equipo ‘cebollita’, fundado en noviembre de 1939 y con dos subcampeonatos en su palmarés, es una de las sorpresas en el torneo de la B.
En su segundo año consecutivo en la categoría se muestra como un firme candidato a pelear uno de los dos cupos a primera del 2019.
Hay dos variables en el éxito que tiene el proyecto del club: apoyarse en un proceso iniciado con jóvenes y este año tener un presupuesto responsable. El promedio de edad del plantel es de 22,2 años. Y su plan financiero, en la B, oscila entre USD 600 000 y 800 000. Es uno de los más bajos entre los 12 clubes participantes.
Al finalizar la primera etapa, el equipo quiteño, que registra dos participaciones en la Libertadores (1970 y 1972), es puntero del campeonato.
En el entrenamiento del martes del club en El Potrero de San Luis, en Lumbisí. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Los sueldos y el presupuesto en general están distantes en comparación con Mushuc Runa, Olmedo, Fuerza Amarilla y Liga de Portoviejo, que superan el millón de dólares.
Correa, uno de los protagonistas para que el América regresara al fútbol profesional después de 28 años, y la directiva construyeron el equipo sobre las mismas bases del año pasado. De una plantilla con más de 28 futbolistas, casi el 60% llegó el año pasado y es joven.
“Usted ve que no hay lujos, pero no nos falta nada y eso es importante. En un país como el Ecuador uno no puede pedir más. No tenemos dos canchas de entrenamiento ni la mejor cancha, pero no nos falta nada. Tenemos todo. Los sueldos se pagan a tiempo y la organización ha ido mejorando”, manifiesta el entrenador.
Uno de los protagonistas que rescató el equipo y asumió desde el 2012 el manejo es Rodrigo Espinosa, actual presidente de AFNA. El directivo aclara que ha ido distanciándose del club, pero detalla las claves para el buen momento.
Recuerda que a finales del 2016 cuando ascendió el equipo empezó de cero. Se apoyaron en un convenio con la Universidad Católica y se formó un plantel para la participación en la Serie B del año pasado. “Siete u ocho jugadores han continuado. De ahí cinco o seis son titulares. Eso habla de un proceso iniciado con jóvenes”, dijo Espinosa.
Gracias a la gran campaña en el año, los equipos de la A buscaron futbolistas en el América. Enson Rodríguez se fue al Aucas. Michael Castro y Kevin Jauch pasaron al Técnico Universitario de Ambato.
Uno de los experimentados que llegó fue Federico Laurito. A él se sumó Esteban Rivas. Ambos procedentes de Aucas.
Otro de los atacantes que volvió al equipo es Ronie Carrillo. El futbolista quiteño fue uno de los protagonistas en el ascenso de la Segunda Categoría a la Serie B. Ahora busca marcar goles para entrar en la historia del club en la Serie A.