Esteban Dreer, guardameta del Club Sport Emelec durante el cotejo ante Liga de Quito en el estadio Casa Blanca del 4 de marzo del 2012. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Al final de los partidos de Emelec, Esteban Dreer reúne a sus compañeros en el camerino. Eso lo hace para que las discusiones no trasciendan. Hace que sus compañeros aprovechen la calentura del partido para desahogarse y luego los conmina a solucionar sus diferencias.
Junto a Gabriel Achilier, es quien encabeza las conversaciones grupales antes de los partidos; a diferencia del defensor, Dreer es más efusivo. El ‘Gabo’ emite una plegaria en el camerino y al final de eso, el ‘Rifle‘ empieza con su arenga, en la que evoca la entrega que deben tener sus compañeros cuando salgan a la cancha.
Dreer grita, manotea el aire, aplaude y se golpea el pecho (así se observa en los videos difundidos por los futbolistas en redes sociales). Sus discursos están llenos de energía. Lo mismo hace en la cancha. Ordena a sus compañeros con gritos y los felicita después de que estos realizan despejes largos, o cuando lo ayudan a mantener la portería en cero.
El golero argentino-ecuatoriano es quien conversa con los periodistas después de las derrotas del club, sale al frente para asumir la responsabilidad de los resultados.
Dreer, de 34 años, no le teme a los micrófonos. Responde todas las consultas de los periodistas sin entrar en polémicas.
No le gusta pelear con periodistas e hinchas cuando hay malos resultados. Él se siente agradecido con el país, que le ofreció una oportunidad de trabajo, tras estar cinco meses desempleado en Argentina.
Recuerda que se entrenaba en un parque de Buenos Aires y en el Centro de Alto Rendimiento de esa ciudad. Se movía junto a otros colegas sin equipo. Luego de eso se vinculó a Deportivo Cuenca y posteriormente a Emelec.
“Es un ejemplo para los jóvenes. Entrenar con él es un lujo, siempre nos recomienda de cómo sacar y cómo manejar los tiempos de un partido”, contó Xavier Cevallos, golero de las reservas de Emelec.
Su esposa, Mariela Medina, lo acompaña a todos los partidos. En ocasiones lleva a su hijo Felipe, quien se ha hecho hincha de Emelec. Al pequeño de nueve años lo levantó en hombros en cada una de las vueltas olímpicas que dio, durante el tricampeonato.
El ‘Rifle’, que es ecuatoriano desde inicios del 2012, tiene planificado quedarse a vivir en Ecuador, cuando finalice su carrera. Aún no decide si quedarse en Guayaquil o Cuenca.
Desde su llegada a Emelec, en el 2012, el golero suma
130 partidos jugados, en el torneo local. Cumplió su temporada más regular en el 2015, cuando jugó 44 cotejos; los años anteriores sufrió lesiones que lo tuvieron en terapias de recuperación.
Esta tarde será titular en el cotejo entre Emelec y Olimpia, por la Copa Libertadores. Los azules tienen cuatro puntos tras su derrota ante Pumas, de México, y la victoria frente al Deportivo Táchira, de Venezuela y el empate como local ante los guaraníes.
“Los partidos de Copa son todos difíciles, por eso tenemos que hacernos fuertes jugando de locales”, mencionó el portero. El cotejo iniciará a las 17:30 (hora de Ecuador), en el estadio Defensores del Chaco, de Asunción.
Los azules están en territorio paraguayo desde la madrugada del martes, luego de un traslado aéreo desde Guayaquil, que hizo escala en Lima. Se hospedan en el Hotel Bourbon y se entrenaron en el complejo del club General Díaz.
Dreer también se ilusiona con ser titular en la Tricolor, donde ha jugado un partido. Sabe que la pelea por el puesto, con Alexander Domínguez y Máximo Banguera, será difícil en estos meses.