Jonatan Álvez (centro) volverá a la titularidad para la semifinal de vuelta, ante Gremio, en Porto Alegre. Estaba suspendido. Foto: archivo EL COMERCIO
Barcelona Sporting Club pasó peripecias para llegar a Brasil, a disputar la segunda semifinal de la Copa Libertadores, ante Gremio. Los amarillos tuvieron que quedarse un día y medio en Bolivia, debido a problemas en la documentación de su vuelo chárter.
Eso trastocó los planes del cuerpo técnico amarillo, que había previsto llegar a Porto Alegre la noche del domingo, para que sus jugadores puedan descansar de lo que fue el partido ante Liga de Quito, por el torneo local, el sábado pasado.
Barcelona Sporting Club perdió como local en el juego de ida por 3-0, en el estadio Monumental, por lo que su permanencia en la Libertadores se complicó. Están obligados a ganar por una diferencia de cuatro goles en Porto Alegre, para seguir en carrera.
El panorama adverso, en lo deportivo, empeoró por el problema del viaje, donde la directiva tuvo que buscar un hotel para la plantilla, a última hora.
Uno de los más molestos era el preparador físico, Rubens Valenzuela. “El viaje consistía en salir el domingo de Guayaquil a las 13:00 y salimos recién a las 16:00, a esa hora debíamos estar en Bolivia para una escala de 45 minutos. Se suponía que llegaríamos a las 19:00 (hora de Ecuador) a Brasil”, explicó.
Los problemas en la documentación de la aeronave generaron los atrasos en la terminal aérea de Guayaquil y luego en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra, donde llegaron a las 21:00 (hora de Ecuador).
Valenzuela contó que eso modificó de manera drástica el trabajo que habían planificado, de cara al juego copero. Una de las cosas que más lamentó fue que ese imprevisto interrumpió las terapias de Darío Aimar, que difícilmente podrá actuar ante Gremio.
El defensor estaría ausente en la segunda semifinal, debido a que aún no se ha recuperado de una lesión. Se perdió dos sesiones de terapia física, previo al partido ante Gremio, debido a los problemas con la logística.
Hasta el mediodía de ayer, se confirmaba que la plantilla se quedaría un día más en territorio boliviano. La directiva y el cuerpo técnico coordinaron para que el equipo pueda entrenarse en la cancha de Blooming, por la noche.
“Me pone nervioso porque no era lo que estaba planificado. Lo que tenemos que hacer ahora es rezar. Hicimos muchas cosas malas, hay que ver cómo reaccionamos a eso”, dijo Valenzuela, evidentemente molesto por la situación.
El desplazamiento del equipo estuvo organizado por la empresa turística de Vinicio Luna, excoordinador de selecciones en la Ecuafútbol. Él fue el encargado todos los viajes que realizó el club en esta edición de la Libertadores.
Luna es amigo del presidente del club José Francisco Cevallos, quien lo conoce desde su paso por la selección nacional. En entrevistas pasadas, el titular canario defendió el profesionalismo del excolaborador de la FEF.
Aquiles Álvarez, presidente de la Comisión de Fútbol, negó que la responsabilidad del imprevisto sea de la empresa. “La compañía no tiene nada que ver, en Ecuador entendieron mal cómo tenía que ser la documentación”, dijo.
Él trató de restarle importancia a su estancia en Bolivia, principalmente por haber dormido allí el domingo. Según su criterio, esa decisión fue provechosa, para que los futbolistas pudieran descansar en un hotel y no en el avión.
Cambiará la alineación
El entrenador Guillermo Almada tiene clara la alineación que usará contra Gremio. Desde su última práctica en Guayaquil, el domingo, dejó claro quiénes serían los titulares.
Para la revancha, el uruguayo volverá a ubicar a dos extremos rápidos, para desequilibrar por las bandas a los brasileños. Marcos Caicedo y José Ayoví ocuparán ese puesto.
Así mismo, para este juego regresará Jonatan Álvez, quien ya cumplió con un partido de suspensión.