Morante de la Puebla, gran figura que es parte del concierto de toreros que forman la FIT. Foto: Archivo/ El Comercio
La idea se hizo realidad. La Fusión Internacional por la Tauromaquia ( FIT ) busca ampliar la perspectiva y promoción de la fiesta brava en varios países.
La Fusión Internacional por la Tauromaquia es una iniciativa de un hombre de negocios de madurez y experiencia: Alberto Bailleres. Con sus inversiones en industrias, minería, metalurgia, finanzas y empresas de seguros, la fiesta de los toros ha sido su pasión y hacia ella ha volcado varias de sus iniciativas empresariales.
Por ahora maneja con Etmsa (Espectáculos Taurinos de México) algunas de las plazas más importantes del país azteca -excepción hecha de la Monumental del DF-. Con Aguascalientes (Plaza Monumental y San Marcos), Guadalajara, León, Mérida, Monterrey, Tijuana, Ciudad Juárez, Acapulco, Yucatán e Irapuato da muchas corridas y novilladas con éxito artístico y económico con figuras de España y México.
Junto a Bailleres están en la FIT los empresarios José Cutiño, de España y Simón Casas, de Francia.
A plazas mexicanas habría que añadir en consecuencia a la FIT a las españolas de Valencia, Málaga, Zaragoza, Córdoba; Olivenza, Badajoz, Alicante; Almendralejo, Zafra y Don Benito. Y además las francesas de Nimes y Mont de Marsán.
La ganadería es otra línea importante de Bailleres, posee dos ranchos en México con vacadas históricas como las de Mimiahuapan y Begoña. El año 2014 se hizo cargo de la ganadería española de Zalduendo, uno de los hierros más antiguos del campo bravo hispano y lleva esa dehesa que tiene por hoy reses de la línea de Domecq.
La FIT junta además casas de apoderados, con toreros como Morante de la Puebla (foto), Alejandro Talavante, Daniel Luque y los contratos de Pablo Hermoso de Mendoza en México, la base es considerable. Antonio Barrera, español, apoderado de Morante y matador de toros que actuó en Ecuador ( Ibarra y Guayaquil) es cabeza importante del grupo.
Cuando se lanzó la idea en el Palacio de las Bellas Artes de San Fernando de Madrid, Barrera dijo: “Apostamos por mejorar el modelo de gestión, poniendo los medios para acercar los valores de la Tauromaquia a las nuevas generaciones. FIT está abierta a otras empresas. Nuestra meta es sumar fuerzas para garantizar el futuro de la Fiesta. Todas las decisiones se tratarán en un comité interno formado por representantes de las tres partes para actuar de una manera unitaria. La FIT es una oportunidad para la defensa de la Tauromaquia”.
La FIT, según sus promotores, no busca tomarse la feria de Sevilla, que atraviesa por una crisis severa pero sí quiere ampliar su influencia en varios países del orbe taurino.