David Fandila ‘El Fandi’ pasa de muleta al toro Injuriado, N°153, de 445 kilos, de Vistahermosa, indultado ayer en la Plaza Monumental Ambato. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
El éxito vino a Ambato de la mano de toro y torero en el quinto de la tarde cuando el diestro granadino David Fandila, ‘El Fandi’ indultó a Injuriado, N° 153 de 445 kilos de la ganadería de Vistahermosa.
Con cerca de media plaza en tarde ventosa se lidiaron 5 toros de ese hierro y uno de Mirafuente. El Fandi, oreja y dos orejas y rabo simbólicos; Juan Francisco Hinojosa, leve petición y opiniones divididas; y David Mora, aplausos y oreja.
David Fandila se abrió de capa con una larga cambiada y verónicas. El toro apretaba ya por el pitón izquierdo. El diestro fue aplaudido en un quite por navarras y en un esplendoroso tercio de banderillas. El Fandi hizo un trasteo inteligente, dándole los tiempos que el noble toro pedía para engarzar varias series de temple con la mano derecha en las que el diestro hizo gala de su oficio y experiencia. Pese a que el toro no quería saber nada por el izquierdo, David porfió y consiguió algunos muletazos meritorios.
Derechazos y circulares antes de una gran estocada apenas desprendida para cortar la primera oreja de la tarde.El segundo del lote del torero fue lidiado en quinto lugar –el turno corrió por una lesión de Hinojosa-. Alegre de salida, de buenas hechuras el repetidor astado, de nombre Injuriado, fue recibido con tres largas cambiadas y verónicas engarzadas con chicuelinas.
David Fandila, El Fandi, pasea por el albero entre ovaciones, las orejas y el rabo simbólicos. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
El toro hizo una buena pelea en varas y El Fandi le puso hasta cuatro pares de banderillas muy aplaudidas. La forma de embestir, humillando, rebosando la muleta y repitiendo, iba cantando lo que sería una faena estupenda, de excelentes derechazos y naturales aprovechando al máximo la brava y noble condición de un toro que regaló generosas tandas sobre ambas manos y que tuvo delante a un torero que lo lució en grado sumo. Con el público volcado llegó el ansiado y merecido indulto y el torero lleno de dicha paseaba las orejas y el rabo simbólicas por el albero.
Hinojosa llegó al brillo del toreo de capa en un quite celebrado. El toro no transmitía pero tenía un buen pitón derecho por el que el ecuatoriano dejó varios pasajes estimables en medio de las ovaciones del público. En un momento de la lidia el toro le dio un varetazo en la mano izquierda que el torero acusó y fue atendido por los médicos de plaza. Luego de las sanjuaneras, de adorno final, la estocada quedó caída y hubo leve petición de trofeo.
Por la lesión , corrió el turno y el cuarto fue un toro del ecuatoriano, que salió con algunas complicaciones, con una aparente lesión en la pata trasera, que le impedía romper para adelante y rematar la embestida en cada serie. Hinojosa lo recibió aporta gayola de rodillas. Tras un fuerte puyazo de Hernán Tapia el torero abrevió. Pitos y palmas.
David Mora en una media verónica con el toro con el que se fajó una seria faena. Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Volvía a Ambato David Mora y lo hizo con un lote poco propicio. El viento arruinó las verónicas de buen corte de recibo y en el quite, en las que dejó ver su buen estilo. La faena de corte derechista tuvo algunos buenos momentos antes de que el toro se raje y en los que embestía sin convicción. Mató de una estocada entera, algo delantera y desprendida. Aplausos.
El sexto era un toro imposible, mirón, que parecía reparado de la vista y que acusó pronto sus malas ideas. David Mora se lució con una faena para aficionados, con entrega, técnica y valor en la que las tandas de derechazos fueron de excelente factura y los pases naturales ajustados y labrados. Estocada contraria y oreja que otorgó la Presidencia que supo valorar la calidad del trasteo.
Al finalizar la corrida El Fandi salió a hombros.