Carlos Alfaro Moreno se desempeña actualmente como vicepresidente de Barcelona. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
En entrevista, el vicepresidente de Barcelona S.C., Carlos Alfaro Moreno habla sobre el desempeño del equipo. en el Campeonato Nacional y sobre la situación económica del cuadro durante el 2016. Recuerda además la visita de Ronaldinho a la noche amarilla que sirvió para saldar una deuda con el entrenador español Benito Floro.
¿Qué tan difícil fue asumir la dirigencia de Barcelona?
Al comienzo fue complicado, queríamos salir corriendo por los problemas que encontramos en la parte legal y financiera, era peor de lo que imaginamos.
¿Cuál fue el punto de partida para la campaña de este año?
El gran logro fue haber armado un gran equipo sin tener plata. Eso fue gracias a nuestra credibilidad y prestigio. La venida de Ronaldinho también nos dio un impulso importante y sirvió para levantar la imagen a escala internacional.
¿Fue tan importante la visita del brasileño?
Hace un año teníamos una demanda por una deuda del entrenador español Benito Floro, con amenaza de perdida de categoría, nos levantábamos con esa cruz todos los días. La venida de Ronaldinho a la Noche Amarilla nos sirvió para pagar esa deuda.
¿Se superó el período de crisis?
No está superado, pero estamos saliendo poco a poco. El problema no es tener deudas, el problema es no dar la cara y honrarlas. Y esto último fue lo que hicimos.
Económicamente hubo mejorías, en comparación con el año pasado. ¿A qué se debió?
Se recaudaron casi USD 5 millones (antes del partido con Aucas) solo en taquillas, es histórico y habla de que la gente creyó en nosotros. Hemos recuperado la identidad del barcelonista y ese sentimiento de orgullo por el color amarillo.
¿Dónde radicó el éxito de este año?
Fue desde el comienzo del año. La clave fue la gran pretemporada que hicimos, hay que ser y parecer. Fuimos a encerrarnos a Rioverde (Esmeraldas) con barro y con lluvia, entrenamientos a triple jornada… Tuvimos hambre de gloria desde el principio.
¿Decepcionó la presentación en la Copa Sudamericana?
Quedar fuera contra Zamora fue una gran desilusión, pero esa eliminación nos permitió dedicarnos de lleno al torneo. Fue importante porque pudimos ganar la primera etapa.
¿Era más importante el torneo nacional en ese momento?
No es eso, queríamos destacarnos a nivel internacional. Lo que ocurre es que teníamos una amenaza de perder puntos por una demanda de Boca Juniors, ganar la etapa nos permitió clasificarnos a la Copa Libertadores y poder garantizar el pago de esa deuda. Hoy está pagada, pero hubiera sido una tragedia perder puntos.
¿El golpe más duro de este año?
Haber perdido el clásico del Astillero contra Emelec, acá en casa. La estrella 15 no nos la quita nadie, pero sinceramente yo quería ser campeón ese día. No se dio porque nos enfrentamos al mejor equipo de los últimos cinco o seis años. Nuestro mérito es que solo en una temporada nos pusimos a su misma altura y les ganamos el título.
¿Barcelona es mejor que Emelec?
Mas allá de las rivalidades y de que nosotros los carguemos o que ellos festejaron acá (estadio Monumental), lo importante es que pudimos recuperar ese folclor. Ya no hay distancia en seriedad e institucionalidad entre ambos. La gran diferencia de un Barcelona cómico y un Emelec serio fue la final del 2014, pero eso ya no ocurre.
Hace poco se generó polémica por sus declaraciones contra Liga de Quito. ¿Se ratifica?
Soy un hombre muy respetuoso, admiro a Rodrigo Paz y la calidad de dirigente que es. Soy incapaz de faltarle al respeto a alguien como él. Se magnificó el hecho y se lo tergiversó.
José Francisco Cevallos dice que solo estará un período como dirigente. ¿Usted también?
Yo no pensé en plazos, nuestro período es de cuatro años, hay que hacer un gran esfuerzo y nos llena de orgullo que el club que amamos vuelva a tener identidad y el prestigio que lo caracteriza.
Entonces, ¿podría quedarse? ¿Le gustaría ser presidente?
No me lo planteo. Si José Francisco en algún momento dice que va a salir y desea que me quede en el cargo, lo analizaremos, pero los secretos de este éxito es lo que somos como equipo y que somos respetuosos a la hora de limitar el trabajo de cada uno.
¿Cuáles son las proyecciones de Barcelona 2017?
No nos vamos a desarmar, como ocurría en épocas nefastas, cuando se iban 20 jugadores y llegaban otros 20. Ante ofertas obviamente tendremos que vender. Uno o dos pueden irse, pero nos vamos a potenciar cada año, le apostamos a valores jóvenes.
¿Ya tienen nombres confirmados?
Más que nombres, son perfiles. Todos en la Comisión de Fútbol somos ‘scouts’ a la hora de buscar talentos. Queremos juventud, profesionalismo y que sean buenas personas. Además de eso, la opinión del técnico es fundamental antes de fichar a alguien.
¿Seguirán promoviendo jugadores desde la cantera?
Es lo más probable, soy un apasionado de trabajar con los jóvenes. Se ha fortalecido la cantera por el trabajo grupal de todos; este año quedamos segundos en la Sub 19 y Sub 16, por detrás de Independiente Del Valle, que es potencia en torneos formativos. A Toreros (filial del club) le fue bien en la Segunda
Categoría de Guayas y se coronó campeón provincial.