Vista del estadio Maracaná de Río de Janeiro, el 28 de junio del 2014. Foto: EFE
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Un aficionado de 85 años recibió de la FIFA tres entradas para la final del Mundial de fútbol 2014 a cambio de un boleto sin usar del duelo decisivo de Brasil 1950.
El brasileño Joedir Sancho Belmonte fue a buscar su “premio” sobre el final de la conferencia de prensa que el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, brindó en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Belmonte tenía una entrada para el duelo decisivo que Brasil y Uruguay jugaron en 1950, pero decidió quedarse en su casa para cuidar a su madre, que estaba enferma. El aficionado conservó de todas formas su entrada y jamás la tiró.
Hace pocos meses, Belmonte escribió una carta al ente rector del fútbol mundial mostrando su intención de donar el boleto. Valcke aseguró que la entrada será exhibida en un museo que la entidad abrirá en Zúrich en 2015.
“Esto es algo excepcional que nos gustaría tener en el museo”, dijo Valcke, que exhibió como un trofeo el ticket. “Aquí está la entrada de 1950. No tenía ningún chip de seguridad”, explicó.
Como agradecimiento, Valcke le regaló al nieto de Belmonte un balón oficial del Mundial y les dio tres entradas de máxima categoría para la final que se disputará el 13 de julio en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Belmote, habitante carioca, se mostró esperanzado en que Brasil puede tomarse revancha del duelo decisivo de 1950, que fue bautizado como el ‘Maracanazo’ tras el triunfo y el título mundial conseguido por Uruguay.
“Espero que Brasil pueda ganar esta vez. Ésta es nuestra revancha. Quiero ir a ver nuestra revancha”, prometió Belmonte, que podrá estar en la definición de un Mundial 64 años después.