Roberto Ordóñez integró a sus 18 años la selección ecuatoriana de fútbol Sub 20. Célico lo convocó a la Tricolor absoluta. Foto: Archivo EL COMERCIO
Cuando Roberto Ordóñez era adolescente y un desconocido en el fútbol ecuatoriano, era llamado ‘Ayoví’, su segundo apellido. Todo cambió en el 2004 cuando su ruta se cruzó con el de Alman. El preparador físico quedó impresionado por la potencia y fuerza explosiva del entonces juvenil de 18 años y decidió llamarlo ‘La Tuka’ porque le recordaba a un jugador conocido como la ‘Roca’.
De inmediato, Alman y el técnico Otto Morcillo sacaron al talento de su escuela de fútbol y se lo llevaron a la Espol, club de la Segunda categoría del Guayas. Le dieron consejos y vieron que él los acogía con tranquilidad.
Al preparador físico eso no le pareció suficiente y le pidió a Francisco Acosta, entonces secretario de la Ecuafútbol, que dieran una oportunidad al guayaquileño en la Sub 20.
Pasaron 12 años desde entonces y hoy, ‘La Tuka’ está de vuelta en la Tricolor. Nada menos que para los últimos dos partidos de eliminatorias, ante Chile y Argentina.
Alman, ahora con 63 años, admite que la llegada de su expupilo a la Tri es tardía. Pero dice que se lo merece por su buen momento en el Delfín, finalista y líder de la segunda etapa del campeonato.
El esmeraldeño, quien está radicado en Guayaquil, recuerda que Ordóñez provenía de una familia humilde que vivía en la Perimetral de Guayaquil. “A ‘La Tuka’ le ayúdabamos con dinero para los pasajes para que fuera a probarse en equipos de Primera categoría”, relata Alman, quien también fue preparador físico de la Tricolor junto a Dusan Drascovic.
En esa selección Sub 20, el atacante conoció a Antonio Valencia, Gabriel Achilier y Cristian Noboa. Estos días se reencontrará con el ‘Toño’, el capitán de la Tri.
Alman mantuvo contacto permanente con el atacante en sus primeros años como profesional. Le entregaba dinero para que viajara a probarse en Loja. También intentó vincularlo a Emelec, en el 2006, cuando trabajaba en ese plantel con Carlos Torres Garcés.
“No pudo incorporarse a Emelec porque sufrió una lesión”, cuenta el especialista esmeraldeño, quien por estos días estudia una Maestría de entrenamiento deportivo en el cantón Milagro.
“También se entrenó en Barcelona en el 2009 cuando estuvo Benito Floro, con quien trabajé, pero no logró quedarse”, añade Alman, quien mantiene su escuela de fútbol en Guayaquil. El especialista ha seguido de cerca la trayectoria del ariete y no le sorprende que, recién a los 30 años, haya debutado en la Serie A (con el club Fuerza Amarilla, en el 2016).
Ordóñez ahora tiene 32 años y recuerda con aprecio a uno de sus mentores. Alman dice que su exdirigido siempre fue tranquilo y recalca que se preocupa de sus hermanos tras la reciente muerte de su madre Sonia Ayoví.
Para el formador de talentos, jugadores como el ariete se consolidan tarde en la Serie A porque “empiezan muy tarde en los equipos”.
“La competencia es muy limitada y los jugadores se desarrollan lentamente”, expresa Alman, quien también guió los pasos de otros jugadores como Jaime Ayoví, ‘La Leona’ Diego Corozo o Jaime Ayoví, ahora en el fútbol chino.
Ayoví vivió en su hogar por un tiempo. “Con ‘La Tuka’, la Selección gana potencia. Esperemos que tengan una buena actuación”, concluye Alman.