El tenista Novak Djokovic celebra su paso a semifinales de Wimbledon. Foto: AFP
El serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer librarán el domingo, 6 de julio, un duelo lleno de récords e historia en la final del torneo de tenis de Wimbledon tras frenar hoy la marcha de sus dos jóvenes rivales en las semifinales.
Djokovic se impuso con esfuerzo al búlgaro Grigor Dimitrov por 6-4, 3-6, 7-6 (7-2) y 7-6 (9-7), mientras que Federer mostró su mejor nivel al vencer al canadiense Milos Raonic por 6-4, 6-4 y 6-4.
Tras la sorpresa por las eliminaciones del español Rafael Nadal y el británico Andy Murray, el certamen londinense ofrecerá finalmente un choque entre dos de las grandes raquetas del circuito. El duelo decisivo tendrá un significado más que especial para ambos jugadores.
Djokovic, de 27 años, buscará no sólo su séptimo título de Grand Slam y su segundo trofeo en el césped de Londres, sino también una victoria que lo deposite en el primer lugar del ranking por delante de Nadal.
De regreso a los primeros planos, Federer intentará extender a 18 su récord de títulos de Grand Slam y sumar su octava corona en Wimbledon, lo que le permitiría desempatar al estadounidense Pete Sampras como el máximo campeón en el All England Club.
“Siempre jugamos grandes partidos. Novak es un gran campeón, ya obtuvo el título aquí, sabe cómo hacerlo, así que espero un gran partido”, dijo de cara a la final un renovado Federer, que no jugaba un partido decisivo de Grand Slam desde Wimbledon 2012.
“Ya ni recuerdo cuando fue la última vez”, bromeó el suizo de 32 años. Raonic y Dimitrov, ambos de 23 años, no pudieron dar el gran golpe generacional ante sus experimentados rivales y se quedaron a las puertas de su primera final de un torneo grande.
Pero fue sin dudas Dimitrov, apodado el “Baby Federer“, el que más cerca estuvo de dar la sorpresa.
Alentando en las gradas por su novia, la rusa Maria Sharapova, el búlgaro presentó batalla a Djokovic e incluso contó con cuatro puntos de set para forzar un quinto parcial.
“Nunca sabes qué hubiera pasado si ganaba el cuarto set”, lamentó Dimitrov, que de todas formas cosechó elogios de su rival. “Tiene grandes tiros y un gran toque. Ha progresado inmensamente en los últimos meses. Jugué ante una futura estrella, aunque ya es un jugador top.
Le ganó a Murray en cuartos, merece respeto“, dijo Djokovic. El serbio, que debió luchar hoy durante más de tres horas en la jornada más cálida en lo que va del torneo, confía en poner fin el domingo a una sequía de títulos en Grand Slams que se remonta al Abierto de Australia de 2013.
“Estoy lleno de motivación para ganar esta final de Grand Slam después de haber perdido tres de las últimas cuatro”, aseguró. “Quiero ganar el título. Significaría mucho mentalmente para mí”. Federer necesitó casi la mitad de tiempo que Djokovic para deshacerse de Raonic. Veloz de piernas, concentrado y con su revés funcionado a pleno, el suizo pegó en el momento justo de cada set y no dio opciones al noveno del ranking.
El cuarto del mundo logró así desquitarse de la decepción del año pasado, cuando fue eliminado sorpresivamente en la segunda ronda por el ucraniano Sergiy Stakhovsky. “Estoy feliz de volver a estar en la final. Hoy tuve una gran concentración, estuve enfocado cada punto.
Uno siempre debe estarlo, pero hoy debía estar realmente concentrado. Estuve increíblemente efectivo”, dijo Federer, que aseguró llegar con la confianza en alza.
“Debo decir que este año ha sido muy sólido para mí. Y este torneo también fue muy bueno. Mis partidos fueron bastante rápidos y una semifinal como esta es claramente el resultado perfecto antes de un gran partido en la final”, advirtió el inoxidable suizo.