El equipo de la Plaza del Teatro se clasificó a la Liga Sudamericana del 2018. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Paúl Beltrán, entrenador de las ‘Akdémicas’, se respaldó en la hinchada y en su asistente María José Vinueza para arengar a sus jugadoras. Juntos se contactaron con los familiares de todas las deportistas, incluidos los de las tres extranjeras, para realizar un video.
La pieza audiovisual fue observada por la plantilla del Deportivo Quito, antes de saltar a la cancha para disputar la cuarta y definitiva final ante Leones de Riobamba, el sábado 9 de diciembre de 2017. Este juego terminó 62-58 a favor de las azulgranas.
Para los ‘chullas’ fue una temporada complicada y cargada de emotividad. La historia de estas campeonas empezó en Sangolquí, en la cancha de la Liga Cantonal de Rumiñahui, pero fue consolidándose en el tradicional coliseo Julio César Hidalgo.
Para Patricio Pozo, dirigente del equipo de baloncesto, el cambio de localía fue clave. Esto permitió que los aficionados llegasen con mayor facilidad y que las gradas del escenario siempre estén llenas.
“Esto de la hinchada fue increíble. Nunca había jugado con tanto público metiendo bulla en las gradas y cantando a nuestro favor. Jugué en la UTE grandes cosas y nadie nos iba a ver. Ni nuestras familias”, dice emocionada la jugadora Dayanna Salcedo.
Ella fue una de las más destacadas en la final que se disputó el sábado. Fue la que más tiempo estuvo en la cancha (29:47 min.) y fue la que más movilidad dio al juego de las locales.
Para Beltrán, una de las claves para conseguir el título fue el compromiso de las jugadoras locales y el talento y liderazgo de sus extranjeras.
Danielle McCray, Yanique Gordon y Briana Banks se unieron a las ‘Akdémicas’ el mismo día en el que el club debutó en el torneo. Poco a poco fueron acoplándose al estilo de juego de las nacionales.
“No fue fácil jugar un torneo con un calendario de partidos tan seguidos. Mis jugadoras no tuvieron el acondicionamiento físico óptimo, porque nos reunimos unos días antes de que empezara el torneo”, dijo el entrenador Beltrán.
Para las extranjeras, esta fue su primera experiencia en Sudamérica. A pesar de no estar acostumbradas a jugar a
2 800 metros sobre el nivel del mar, lograron destacarse.
Banks, quien se llevó el trofeo MVP (Jugadora más valiosa del torneo) terminó lesionada y salió de la cancha en hombros. A pesar de ello, reapareció en los festejos sentada en una silla para agradecer a la barra organizada Mafia Azul Grana, por el apoyo.
La base estadounidense de 1,75 metros logró 13 puntos mientras estuvo en la cancha. Fue la segunda más destacada por detrás de la capitana McCray. Ella anotó 19 puntos.
Beltrán asegura que en este torneo su equipo no tuvo la rotación necesaria de jugadoras para oxigenar a su plantilla. Además, siente que durante todo el torneo su equipo se acostumbró a sufrir en los últimos minutos.
Le pasó en la temporada regular ante las de Riobamba y el sábado se repitió la historia. Faltando dos minutos para que terminara el juego, las chullas dominaban con una ventaja de 10 puntos. Pero los errores defensivos, la imprecisión en los lanzamientos de tres y el desgaste físico hicieron que las rivales despertaran.
El título se definió con lanzamientos de tiro libre. Las faltas sufridas por McCray fueron claves para que al final de la noche del sábado las pupilas de Beltrán pudieran levantar su primer trofeo.
“Las faltas nos dieron el título, pero nuestros errores defensivos casi nos cuestan el partido. Hubiera sido muy difícil jugar ese quinto partido en Riobamba”, asegura Salcedo.
Juan Manuel Aguirre, presidente del Deportivo Quito, se mostró emocionado. Aseguró que el objetivo de su institución es que se consolide como un club multidisciplinario. El próximo año jugarán rugby junto al equipo Sparta.
Ahora, las ‘Akdémicas’ deberán prepararse para la Liga Sudamericana 2018. Se ganaron ese cupo tras conseguir el título de la Liga Nacional.