El lateral Denilson Bolaños, de 19 años, suma 22 cotejos con el Dep. Cuenca. Su nombre es en homenaje a un futbolista de Brasil. Cortesía
Denilson Bolaños se emociona cuando se refiere a Antonio Valencia, quien es su principal referente en el fútbol. Su anhelo es emularlo: militar en otros equipos del país, ser convocado a la Selección nacional y jugar en el exterior.
“Valencia es un ejemplo a seguir, una persona humilde
y con mucho carácter en la cancha. Durante diez años nos representó con prestancia en Europa y ahora sobresale en Liga de Quito”. Así resume su admiración por el exjugador y excapitán del club inglés Manchester United.
El lateral derecho del Deportivo Cuenca se quedó huérfano de padre en su infancia. Desde entonces su madre, Verónica Cervantes, se convirtió en su apoyo incondicional. Ella es cajera en una pizzería de Cuenca y con ese trabajo cubrió los gastos para que su único hijo se convirtiera en futbolista profesional.
Llegó al club colorado a los nueve años y durante una década pasó por todas las categorías inferiores hasta llegar a la Reserva. También defendió los colores de la Escuela Luis Cordero y del Colegio César Dávila, en donde tuvo como técnico a César Bermeo.
Su sueño de jugar fútbol profesional se concretó el 2 de mayo del 2019, en el partido de los 16avos. de final de la Copa Ecuador ante Gualaceo SC en Cuenca. “Estuve nervioso antes del cotejo, pero el profesor Luis Soler me brindó serenidad y supe responder a su confianza”.
El DT argentino empezó a tomarlo en cuenta y el 26 de mayo lo hizo debutar en la LigaPro frente al Guayaquil City. Desde entonces se afianzó en la titularidad y ya suma 22 partidos como profesional. Desde el 5 de junio del 2019 es dirigido por el uruguayo Tabaré Silva.
Denilson, cuyo nombre es en homenaje al mundialista brasileño, asegura que en cada partido gana experiencia que le sirve para elevar su nivel. Él insiste que su perseverancia en cada práctica y el apoyo de su madre, tíos y primos ha sido fundamental para mantenerse como titular.
Con su ascenso al plantel profesional, Bolaños firmó su primer contrato de trabajo. Con el primer sueldo pagó la pensión como alumno de la carrera de Trabajo Social en la Universidad Católica de Cuenca y compró una par de zapatos de fútbol.
Tiene aprobado el segundo ciclo de la especialidad y espera retomarla pronto. Se retiró para dedicarse 100% al fútbol. “Estoy consciente que se requiere seguir una carrera universitaria para tener un plan B, porque una lesión nos puede excluir de las canchas”.
El defensa cuencano de 19 años está tranquilo porque con su sueldo actual ayuda a su madre en los gastos del hogar y además arrendó un departamento más amplio. Siempre anhelo vivir en un lugar con ciertas comodidades y trabajar para que su madre descanse. Lo segundo espera que se concrete en corto plazo.
Su sencillez le permite ganarse el afecto de sus compañeros y cuerpo técnico. Se muestra agradecido con el DT Silva porque le brinda consejos para que sea un buen futbolista y una excelente persona. “Quiero llegar lejos y con disciplina lo voy a conseguir”.
Brian Heras, arquero del ‘Expreso Austral’, define a Bolaños como una persona tranquila y respetuosa, que recepta de buena manera los consejos. “Es un defensa rápido y con proyección ofensiva. Ojalá siga ganando experiencia y pueda cumplir sus sueños”.