‘Cevallos no es ícono de Liga; Araujo, Reasco... sí’: Rodrigo Paz

Rodrigo Paz, presidente vitalicio de Liga de Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Rodrigo Paz, presidente vitalicio de Liga de Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Rodrigo Paz, presidente vitalicio de Liga de Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Rodrigo Paz nació el 20 de diciembre de 1933. Tiene 83 años. Ha sido empresario, político y dirigente deportivo ecuatoriano. Alcalde de Quito de 1988 a 1992. Ganó con LDU la Libertadores, Recopa.

José Cevallos fue uno de los héroes de Liga y verlo ahora en uno de los acérrimos rivales es difícil; usted, ¿cómo lo procesa?
La verdad que como jugador fue respetuoso y disciplinado. Estuvo en el equipo y fue ese penal que tapó que ayudó a tener la copa. Ese es el recuerdo que yo tengo. Lo otro es que él tenía obsesión de llegar a ser presidente de Barcelona y de allí me guardo los comentarios.

¿Pero él es uno de los íconos, o no?
No creo, porque íconos son otros. Él es uno de los héroes de ese momento. Pero íconos de Liga son Norberto Araujo, Néicer Reasco, Édison Méndez, Ulises De la Cruz, tantos otros jugadores que pasaron por el club. Él estuvo poco tiempo, pero cumplió y por eso siempre hay que ser grato.

Semanas atrás, usted dijo que hay equipos que se beneficiaron políticamente del Presidente de la República que salió, ¿por qué?
No solo lo digo yo, también lo dijo el presidente del Delfín, en el periódico EL COMERCIO. Pero es claro y evidente el favoritismo que tuvo el Gobierno y el expresidente de la República, Rafael Correa, con Emelec. Además, es evidente el objetivo que se trazaron sus dirigentes. Parte de eso, no todo, se refleja en las posiciones en que están los equipos del Guayas y lo otro es que formaron buenos equipos.

Esa influencia que usted dice, ¿se sintió a través de patrocinios o a través de otras áreas?
Es necesario investigar lo que ha pasado a través de estos años. Por ejemplo, qué cosas se han hecho, cómo pagaron sus impuestos, declaraciones, tasas municipales... Y con eso comparar. Yo solo puedo repetir una frase del expresidente Correa, cuando nos invitó a un almuerzo por ganar la Copa. Yo hablé y le agradecí por la invitación y le dije: “Presidente, Liga en este año ha pagado USD 1,8 millones de impuestos, de retenciones de impuestos y del IVA, más que todos los equipos del fútbol ecuatoriano juntos y especialmente de los equipos guayaquileños, ¿qué le parece?” Me acuerdo lo que me contestó: “Así ha de ser”.

¿Pero esa influencia de la política también se ha sentido a través de presidentes de la Ecuafútbol?
El caso del anterior presidente de la FEF sí fue más evidente, porque había ciertas decisiones que perjudicaban a unos y beneficiaban a otros. Pero el actual presidente Carlos Villacís es más coherente, pese a que estamos viendo que están pasando cosas. Por ejemplo, uno de ellos es el arbitraje. Esto para que sepamos que cuando un equipo gana es porque fue mejor y no porque el árbitro lo decidió.

Luis Chiriboga dejó su huella por distintas razones en el fútbol; pero para Ud., ¿le hizo bien o mal?
Él va a decir que con él se clasificaron a tres Mundiales, pero cuánto mal se dejó. Ese mal que ahora es una metástasis.

¿No se contradice porque usted sí tuvo una buena relación con Chiriboga?
No. Solo en el primer año, cuando lo llegué a conocer. Pero después vino el divorcio y se acabó la relación. Él hizo lo posible por molestarnos y a otros equipos los ayudó con tanto dinero.

¿Esto último fue lo que ayudó a sostener a Chiriboga en su puesto?
Claro que fue así; él tenía prácticamente comprados a los equipos, especialmente a los equipos de otras categorías, que significaban votos.

¿Pero clubes de Pichincha también lo apoyaron?
Sí, porque allí estaba la platita para ayudar. Liga se quedó en un momento solo. Acordémonos que yo fui demandado y Esteban también. Después se sumaron Católica y Espoli y nadie más. Los otros tenían miedo que les cerrara la llave. Y parte de eso es por lo que el Quito está donde está.

¿Se dio de golpes, alguna vez, por el fútbol?
Una vez, en el Olímpico. El árbitro nos empezó a perjudicar y yo entré a la cancha con algo, que no me acuerdo. Entré bravísimo, decidido a pegarle al árbitro, delante de 30 000 personas. Pero unos amigos me cogieron y me quitaron lo que llevaba. Al día siguiente renuncié, porque estaba haciendo locuras.

¿Por qué Liga ha tenido vaivenes en estos años?
Es como los seres humanos, que hemos pasado buenos y malos momentos. No todo es comodidad y éxito.

Y ustedes, ¿por qué no han sido críticos?
Sí lo hemos sido. Cometemos errores y la cuestión es que de esos errores no equivocarse. Será falta de humildad y uno cree que siempre va a ser campeón.

¿Es Esteban Paz el gran responsable del fracaso de este año?
Él no toma las decisiones solo, pero sí es la cara visible. Hay cosas que el hincha debe saber, porque él consulta con la Comisión Ejecutiva. Por ejemplo, el año pasado se trajo a Claudio Borghi por recomendación de Edgardo Bauza.

Resulta que era complicadísimo. Él visitó 32 departamentos y ninguno le gustaba. Fumaba seis cajetillas de cigarrillos diarias y tomaba 25 tazas de café, siendo diabético... Cómo puede un hombre diabético hacer eso... Después, vino Álvaro Gutiérrez y finalmente Álex Aguinaga, que es una gran persona, pero como técnico fue un fracaso total.

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