(de izq. a der,) Claudio Villanueva, Magali Bonilla y Segundo Jami. Fotos: EL COMERCIO
Es necesario cantidad o calidad? Esa pregunta surge al comparar los récords olímpicos y mundiales con los tiempos de los 14 atletas ecuatorianos con cupos para los Juegos Olímpicos de este año en Río de Janeiro, Brasil. Las diferencias, en algunos casos, son reveladoras.
El marchista Claudio Villanueva, por ejemplo, tiene una marca para Río de cuatro horas, dos minutos y 14 segundos (4:02:14). El récord olímpico es 3:35:59. En maratón femenina, María Elena Calle registró 2:44:33 y el récord es 2:23:07. Las diferencias superan los 26 y 21 minutos, en ese orden.
Franklin Tenorio, exatleta, hace un enfoque desde dos aspectos. Primero, todo atleta élite sueña con una participación olímpica y bajo ese punto, evalúa como positiva la flexibilidad en la exigencia de marcas. En muchos casos, han existido deportistas que han entrenado toda su vida pero no han clasificado.
Tenorio sugiere que los clasificados que vayan a los Juegos deben tener solo un margen de cinco minutos entre la marca de un marchista o maratonista ecuatoriano, con el récord olímpico.
Él hace memoria que Silvio Guerra, Rolando Vera y él corrían maratones entre 2:10 y 2:13, mientras las medallas olímpicas se ganaban con dos horas y ocho minutos.
La preocupación es la situación económica de sus dirigidos, Miguel Almachi y Segundo Jami, quienes tienen marca olímpica y están en el Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte, en las categorías B y E. “Son padres de familia, jefes de hogar y no tienen lo más elemental. Hasta ahora ha habido ofrecimientos”.
Julio Chuqui, miembro de Comisión Técnica de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA), pone énfasis en el poderío económico, tecnológico y científico que poseen los atletas de otros países. “Las grandes marcas se logran con grandes presupuestos”. No obstante, destaca el respaldo del Ministerio del Deporte.
Chuqui considera que hay el tiempo suficiente para mejorar las marcas. El reto, con los clasificados, es mejorar el séptimo puesto logrado por Álex Quiñónez en Londres 2012. “La idea es tener a cinco o seis finalistas en Río de Janeiro”.
Hasta el pasado 26 de noviembre, Ecuador tenía 10 atletas clasificados. Pero, se unieron cuatro tras los cambios de marcas publicados por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF). En esa lista están los maratonistas Segundo Jami, Ángela Brito y María Calle, y la marchista Magaly Bonilla.
En maratón, por ejemplo, los tiempos exigidos hasta el pasado 10 de diciembre eran de dos horas y 17 minutos (2:17:00) y 2:42:00 para varones y damas, en ese orden. Pasó a 2:19:00 y 2:45:00. La reconsideración favoreció a los tres maratonistas que se alistaban para buscar su cupo en otras competencias.
Byron Piedra, con el mejor tiempo de los tres maratonistas con pasaporte olímpico (2:14:38), está distante de la mejor marca nacional que es 2:09:49. Lo registró Silvio Guerra en 1997. Este último terminó 14 en los Olímpicos de Sídney 2000. Pese a que aún faltan siete meses, la idea es mejorar esa actuación.
Según Rafael Martínez, jefe del área de fondo de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA), las grandes diferencias en marcas se pueden acortar con un proyecto de desarrollo cuantitativo, con jóvenes. Así se logrará más calidad que cantidad para los Juegos Olímpicos del 2020.
El estratega mexicano proyecta a Byron Piedra entre los 15 mejores en Río 2016. “No veo la posibilidad de medallas olímpicas, pero sí de acortar las brechas existentes”. La lista definitiva de maratonistas para los Juegos Olímpicos se conocerá luego de la Maratón de Ámsterdam, Holanda, programado para el próximo 10 de abril.
Entre tanto, la delegación femenina de maratón se conocerá el 17 de enero, tras la competencia en Houston.