El guayaquileño Armando Matute en una competencia en Chile. Foto tomada de la cuenta Twitter del triatleta
Armando Matute se recuperó de una doble fractura por estrés, gracias a sus ganas de llegar a sus primeros Juegos Olímpicos. El triatleta guayaquileño estuvo siete meses en tratamiento para recuperarse de la lesión que lo alejó de las competiciones.
Una vez recuperado, en febrero de este año, inició con su ciclo olímpico, con miras a la cita de Tokio 2020. Fue de menos a más, desde carreras de 5 kilómetros dentro de la ciudad, hasta una Copa del Mundo en Yucatán -México- a inicios de este mes.
Como parte de esa preparación, participó en los Juegos Nacionales -que se desarrollan en diferentes sedes del país- y consiguió la medalla de oro. Dice que esa presea le ayuda a retomar confianza, después de superar su lesión.
Tras una serie de chequeos médicos, en agosto del año pasado le detectaron una falla biomecánica, al momento de correr. Los fisioterapeutas le explicaron que tenía el arco del pie “caído”, lo que causaba problemas en el tobillo al momento de pisar.
Esa “mala pisada” le ocasionó fracturas en las tibias de ambas piernas. Con terapias físicas y entrenamiento superó la molestia.
Aún realiza ejercicios de rehabilitación y le pidieron que cuando corra levante los dedos de los pies para evitar una posible recaída. Juan José Suárez y Calixto Cedeño fueron los dos fisioterapeutas que lo ayudaron en su recuperación. Diseñaron un plan de alimentación, terapias y ejercicios, para que el deportista pudiera regresar a las competencias.
Se considera un buen nadador y un ciclista competente, sin embargo, según cuenta, su desventaja era cuando le tocaba correr, tramo en el que se definen las competencias de este tipo. Su dolor le evitaba rematar en buenos lugares durante sus competiciones.
Con esa molestia participó en el Panamericano de Salinas, del año pasado, y en otras competencias a nivel internacional y local. Aunque el dolor era intenso, sus ganas de finalizar las carreras lo llevaban a la meta.
“Mi objetivo es llegar a los Juegos Olímpicos, las lesiones se dan y uno debe superarlas”, dijo el optimista guayaquileño que hoy cumple 23 años.
La mayoría del tiempo se lo dedica al entrenamiento. Lunes, miércoles y viernes corre cerca de dos horas y posteriormente se dirige al Club Diana Quintana, en Samborondón, para hacer dos horas más de natación o gimnasio. Los martes y jueves recorre más de 10 kilómetros en bicicleta.
Por las noches asiste a la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, donde está por terminar el cuarto semestre en la carrera de ingeniería en comercio exterior. Cuenta con una beca deportiva en esa institución educativa.
“A veces es complicado cumplir con todo. No puedo descuidar los estudios porque debo mantener la beca, pero por otro lado el deporte es lo que me apasiona y al formar parte del Plan de Alto Rendimiento, se convierte en mi trabajo”, dijo. Sus compañeros de clases lo ayudan con las tareas cuando se atrasa o falta, a causa de sus competiciones.
Forma parte del equipo ITU, que lo invitó a realizar un campamento de entrenamiento en Portugal. Ese será un preámbulo para el campeonato mundial de triatlón, que tendrá sede en Róterdam, Holanda, entre el 14 y 17 de septiembre.
Viajará a Río Mayor en los próximos días para sumarse al campamento, que inicia el 3 de septiembre y se extenderá por nueve 10 días. “En Yucatán terminé 16, quiere mejorar esa marca para sentirme bien conmigo mismo”, contó.
Su sueño es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, por lo que se propuso participar en la mayor cantidad de eventos en los próximos tres años. Al momento forma parte de la selección nacional de su disciplina.
Biografía.
Nació en Guayaquil, el 31 de agosto de 1994.
Experiencia.
Fue campeón por equipos en los Bolivarianos de Playa 2012 y subcampeón en la edición del 2014. Participó en los Juegos Panamericanos de Toronto en el 2015, este año suma un oro en los Juegos Nacionales. Terminó en el puesto 16 de la Copa del Mundo de Yucatán.