Mariano Sigcha retira los ladrillos que sostuvieron la estructura hasta que seque (der.). Foto: Vicente Costales / Construir
La cocina también es una zona de la casa que encierra tradición desde la cosmovisión de los pueblos ancestrales. En algunas zonas hacia el norte de Quito como Pomasqui y San José de Morán, hay familias que todavía prefieren cocinar en leña y, aún más, en horno de barro.
Los Chucchurillos, una familia reconocida del barrio El Común, en Pomasqui, por su constante impulso en las prácticas ancestrales andinas, se dedica, entre sus múltiples actividades, a la elaboración de estos hornos. Los hacen en diferentes tamaños, según la petición de la familia que recurre a ellos para solicitar uno en su casa.
Mariano Sigcha, miembro de la familia de los Chucchurillos, dice que con estas prácticas intentan mantener vivas las tradiciones. “Nuestros abuelos cocinaban en estos hornos, con leña y ellos no enseñaron esto, que no debe perderse”. Los moradores de la zona le dieron a la familia el nombre de un pájaro nativo de Pomasqui, en honor al integrante más veterano, quien, en su juventud, se caracterizaba por ser inquieto al igual que el ave.
Los hornos no contienen más que barro y melaza, una sustancia espesa y de color oscuro, hecha a base de panela. No se utiliza cemento, solo unos cuantos bloques, ladrillos y madera que se ponen para sostener la estructura, pero se retiran una vez que se seca.
Al juntarse la melaza con el barro, este se endura y al secarse y recibir el calor, toma un aspecto similar al vidrio. Bernarda Obando es integrante de una familia de San José de Morán que practica las técnicas de cocina ancestral. Ella construye una nueva cocina en su casa, con un horno de barro incorporado.
Cuenta que siempre quiso tener su propio horno, ya que durante toda su vida han preparado así la comida en la casa de su madre, junto a toda la familia. Ahora tendrá el suyo. En las paredes de los hornos, los Chucchurillos plasman diseños de algunos símbolos de los pueblos quitucaras y yumbos de Quito como el sol.
Todos los trabajos de la familia Sigcha son a partir de la tradición. También, elaboran artesanías y arquitectura en penco; y promueven la medicina y las prácticas ancestrales.