Concluyentes y preocupantes fueron las declaraciones del ex comandante del Ejército, general Luis Castro, sobre su denuncia de que las Fuerzas Armadas no estuvieron de custodios en todo el proceso electoral del pasado 19 de febrero.
Queda claro que el oficialismo trató de imponer su voluntad en las elecciones, y por otro lado, las “famosas” misiones de observación de organismos internacionales no son más que un mero paseo de sus miembros, ya que es físicamente imposible que puedan controlar todas las instancias del proceso.
Los obsecuentes miembros del Consejo Nacional Electoral han declarado profusamente que no recibieron ninguna denuncia formal sobre alguna irregularidad en las elecciones, cuando por redes sociales se conocía de varios actos claramente dudosos en el manejo del material electoral.
Con estos antecedentes, me pregunto: ¿Quién –confiable- será el custodio de la segunda vuelta electoral?