Sobre la grabación al exsecretario presidencial Mangas, se ha dicho lo acostumbrado; “descontextualizado e impreciso” asegura uno; la prueba es “ilegalmente obtenida”, afirma otro. Pero los argumentadores no explican cuál es el contexto, la imprecisión o la ilegalidad; aunque ninguno de los defensores se ha atrevido a asegurar que lo grabado sea falso.
Es grave el cometimiento de ilícitos o engaños, pero es imperdonable que no se actúe para castigarlos, por lo que me pregunto: ¿quién investigará, juzgará, y sancionará los fraudes revolucionarios reconocidos en la grabación de marras?
Me temo que la impunidad continuará, y Eduardo Mangas será condecorado y ubicado en otra área gubernamental.