Los candidatos a la Presidencia siguen ofreciendo milagros y olvidan que para desarrollar el país debe existir un plan elaborado concienzudamente, donde se establezcan los objetivos permanentes y se detallen las tareas a cumplir para alcanzarlos.
Lo primero sería garantizar la Soberanía, la existencia física y cultural del país y para ello se necesita crear la seguridad física, esto es, FF.AA., Policía e incentivar el auto estima de la sociedad sustentando su cultura, sus costumbres y motivando el espíritu de superación para poder ser competitivos a nivel nacional e internacional. Pero, para ello se necesita llevar a cabo un estudio con la ayuda de entes internacionales para determinar las cualidades y capacidades naturales de los ecuatorianos y del Ecuador. Sólo después de obtener esta información se podría estar en condiciones de elaborar un verdadero plan de desarrollo del país.
El segundo objetivo permanente sería la educación, cuyo desarrollo debe llevárselo a cabo en base a la información obtenida del estudio anterior y marcando metas para ir alcanzando los diferentes niveles, como ser: la alfabetización, la prescolar, escolar, técnica y científica. La educación cada día es más demandante, pues la tecnología avanza obliga a cambios trascendentales. Al momento estamos a las puertas de la robotización, la revolución 4S. Alemania y Japón máximo en 3 años estarán completamente robotizadas y se abre la gran interrogante: ¿qué va a pasar con la población que se ha dedicado a las manualidades, a la manufactura?…
El tercer objetivo permanente sería la salud. Para ello hay que velar por una alimentación sana, que sea nutritiva. El Ecuador tiene todas las cualidades para constituirse en el centro de producción de productos naturales que ahora ya tienen demanda a nivel mundial y a buenos precios, pero seguimos usando los transgénicos, los pesticidas y abonos químicos causando enfermedades mortales como el cáncer al colon en un número alarmante que ya le estamos ganando a Japón. Hemos causado la desaparición del pescado de río y la contaminación de nuestros mares.