Se llamó el extraordinario concierto del patriota Nelson Maldonado, con un impactante elenco de artistas encabezado por él.
Con su profesionalismo musical, llenó de madres felices el teatro de la C.C.E de Quito Luz de América. Bajo su dirección supo seleccionar baladas, tangos, pasillos, albazos, cumbias que nos transportaron a épocas irrepetibles.
Don Nelson dinamizó la audición de tal manera que empezamos cantando y terminamos bailando en un show de casi tres horas.
Pero también quiero hablar de otro ecuatoriano “a toda madre” que también se dedicó a la música sacra y litúrgica y que nos dejó el coro Madrigalista de Guayaquil Perla del Pacífico, que pronto cumplirá 50 años de existencia.
Lo escuché tan emocionado en la capilla de La Dolorosa del Colegio San Gabriel, donde participé de una misa de honras fúnebres por el padre Luis Ernesto Mata-Mera, ilustre sacerdote riobambeño fallecido cuando ejercía como párroco en el Arzobispado de Paderborn, Alemania.
Mi querido salesiano fue mi catequista en los años 60 y se evidenció el amor que le tenía la Santísima y siempre Virgen María, cuando sobrevivió “milagrosamente” a un fatal accidente de tránsito que le permitió evangelizar con su irreemplazable sonrisa urbe et orbi.
Que el padre Luchito en el cielo y Nelson en la tierra nos sigan dando alegrías para el alma.