En Portoviejo, los habitantes iniciaron la limpieza del centro de la urbe manabita después del terremoto. Allà van a celebrar una misa en honor a las vÃctimas del desastre del 16 de abril. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Laureano Briones limpia el parque Central con agua y detergente. Jhonny Bravo pinta los bordillos, frente a la Gobernación. Ronny Falcones y su hijo Byron salieron a vender carne y chicharrones. Al frente, el Banco Nacional de Fomento ya atiende a los clientes. Portoviejo quiere levantarse. Eso lo dicen todos. Por eso los vecinos se unieron y tratan de dejar limpia la ciudad.
Mañana, 30 de abril del 2016, habrá una misa en honor a los fallecidos en el terremoto de 7.8 grados. Jhonny Bravo dice que quieren dejar todo limpio para que los familiares entren a las 19:00 a la iglesia La Marced.
“No nos vamos a dejar vencer por esto”, asegura Cristian Briones, quien también pinta los bordillos. Él trabaja en una farmacia, pero el negocio está cerrado y los jefes le suspendieron. “Como estoy desempleado mejor me vive a ayudar a pintar”, advierte.
Eduardo Cedeño también abrió su panaderÃa que está en pleno centro de Portoviejo. A ese local habÃa llegado cinco dÃas antes del sismo. “No ponÃa ni siquiera el letrero del negocio y casi me quedo sin nada”, asegura. “Si Dios nos ha dejado vivos hay que trabajar”.
Por eso, Ronny Falcones y su hijo solo dejaron de laborar el dÃa posterior al terremoto. El domingo 17 de abril cogieron su carro para azar carnes y se fueron a buscar qué hacer. “ImagÃnense si no trabajo, yo cuido hasta a mi nieta de dos añitos”.
Por las calles, los taxis empiezan a moverse intensamente. Unas calles, de la denominada ‘zona cero’, ya están habilitadas. Por las vÃas que eran de un solo sentido, ahora van y vienen los carros.
Todos se acomodan, porque aún hay arterias bloqueadas. En esa ‘zona cero’ ya se han limpiado los restos de las edificaciones caÃdas. Arnold también ya está en la esquina del parque Central con su puesto de periódicos.
Y los mensajes tras el terremoto aparece en las paredes. “Gracias Ecuador por la ayuda” se lee en un cartel.
Un carro lleva adelante la bandera tricolor. El chofer también agradece por toda la ayuda que han recibido.