Galo C., de 49 años, fue condenado a un año de prisión tras haber sido hallado culpable del delito de posesión de sustancias psicotrópicas. La audiencia se llevó a cabo hoy, lunes 4 de enero de 2016, en la Unidad de Flagrancias de la Policía, en la 9 de Octubre y Patria.
El defensor de Galo C. y el Fiscal acordaron realizar un procedimiento abreviado que es usado para reducir el tiempo habitual que tarda un proceso penal. Para ello, deben cumplirse algunos requisitos. Por ejemplo, el acusado debe aceptar haber cometido el delito del que se le acusa y la pena no debe exceder los 10 años.
Galo fue detenido el 16 de diciembre del año pasado, a las 12:40, en las calles Quitus y Quisquis, sector La Magdalena, sur de la capital. Según el parte policial, agentes del sector se acercaron a él y le pidieron identificarse. La primera reacción de Galo fue correr, intentando huir, pero fue interceptado por los uniformados. Llevaba una mochila verde y en su interior un monedero de cuero que contenía seis fundas plásticas y nueve sobres de papel, en donde guardaba una sustancia color crema y un empaque con otra sustancia verdosa.
Los policías lo llevaron a Flagrancias, en donde se realizó una prueba química y se constató que se trataba de seis gramos cocaína y cinco de marihuana. Durante la audiencia, dos muchachas que estaban sentadas entre el público, no paraban de llorar. Unían sus manos e imploraban que suelten a Galo. “El no es malo. Nosotros somos pobres”.
A Galo se le realizó, además, un examen médico en el que se constató que es consumidor. Se halló presencia de cocaína y de mariguana en su organismo. Al ser adicto se justificó la posesión de marihuana, ya que la ley permite portar hasta 10 gramos de esta droga, pero sólo dos de cocaína.
La pena por este tipo de delitos es de 3 a 5 años, pero por haber optado por un procedimiento abreviado, al ser consumidor y por haber colaborado con las autoridades, el Fiscal pidió una sentencia de un año de cárcel y el pago de una multa de 10 salarios básicos unificados. Cuando el Juez dictaminó su culpabilidad, las dos muchachas intentaron abrazar a Galo, pero no se les permitió hacerlo. El hombre fue esposado y llevado nuevamente tras las rejas.