Los últimos cuatro días, el edificio de los Tribunales Penales de Esmeraldas se ha convertido en su lugar de residencia.
Allí se alimentan y pasan la mayor parte del día los procesados por el caso de narcotráfico Huracán de la Frontera. Entre ellos los hermanos Édison y Miguel Ostaiza. Al subir por las escaleras son observados por las personas que acuden a hacer un trámite.
Un policía del Grupo de Intervención y Rescate armado y dos guías carcelarios los custodian las 24 horas del día.
Miguel y Édison Ostaiza son los principales imputados en el caso. La Fiscalía los acusa por tenencia ilegal de estupefacientes y sustancias psicotrópicas. Fueron trasladados desde la Penitenciaría del Litoral hacia Esmeraldas.
Los detenidos no están completamente aislados. Reciben visitas de sus familiares durante el almuerzo y platican entre ellos. Incluso hay espacio para hacer bromas y reír.
A las 13:30 de ayer, el presidente del Tribunal, Fernando Otoya, anunció un receso dentro del proceso. Dijo que la audiencia se volvería a instalar luego de 60 minutos. Ariolfo Ostaiza, padre de Édison y Miguel, salió del sitio a comprar alimento. “Salen de la cárcel antes de las 09:00 sin desayunar, acá en el Tribunal les damos apenas una ensalada de frutas”, dice.
En el edificio también se observa al ex subsecretario de Gobierno, José Ignacio Chauvín. Él también es procesado por encubridor dentro del caso Huracán de la Frontera, pero no tiene orden de detención. Durante esta semana visitó a los hermanos Ostaiza en la cárcel de varones de Esmeraldas.