Redacción Quito
La medida de restricción vehicular debe ejecutarse con base en una normativa vigente que regule su aplicación. Ese fue el criterio del presidente de la Comisión de Movilidad del Concejo Metropolitano, Patricio Ubidia, quien además explicó que este reglamento debe complementar lo dispuesto en la Ordenanza 247 que determina la sanción para quienes infrinjan la normativa municipal con respecto al mal uso del espacio público.
Por eso, Ubidia aclaró que hace falta aprobar un reglamento que regule la aplicación de la medida restrictiva prevista para marzo. Una de las alternativas, según Ubidia, sería la aprobación de una nueva ordenanza que incluya además los aspectos técnicos y operativos que regulen la aplicación de la medida restrictiva y de los 24 ejes del Plan de Movilidad presentado por el Alcalde.
Para María Sol Corral, miembro de esta Comisión, otra de las alternativas es que el Concejo apruebe una resolución que defina, entre otras cosas, el mecanismo de sanción. Esta resolución, dijo Corral, se convertiría en un alcance a la Ordenanza 247.
Ubidia dijo que antes de marzo, cuando se prevé iniciar la medida, se puede tramitar la aprobación de este reglamento.
No obstante, el concejal Fabricio Villamar, aseguró que la medida restrictiva podría ser impugnada en caso de que esta no se ciña al modelo propuesto y aprobado en el Plan Maestro de Movilidad.
Según Villamar, la restricción vehicular no puede ser tomada administrativamente sin antes pasar por la aprobación del Concejo. Corral dijo que los términos para definir los casos especiales para la circulación de vehículos de emergencia, transporte colectivo, diplomáticos y motocicletas también deben ser conocidas por el Concejo. Villamar acotó que el éxito del Plan depende de las alternativas a la movilización de las personas que presente la administración municipal.
Policía y Cabildo dialogaron
Ayer, a las 15:00, se realizó una reunión entre las principales autoridades de la Dirección Nacional de Tránsito y del Municipio para dialogar sobre el proyecto de movilidad para la ciudad.
En la cita estuvieron el director nacional de Tránsito, Pedro Calero y el alcalde Augusto Barrera.
En la cita se acordó que habrá un mecanismo permanente de comunicación entre ambas instituciones. Asimismo, las autoridades analizaron los dos modelos de restricción vehicular que pudieran aplicarse en la ciudad (Pico y Placa y Hoy no circula). La Policía está de acuerdo con el análisis técnico del Plan de Movilidad.
Puntos de vista de tres ciudadanos sobre la restricción vehicular
‘Viajar en Trole es un castigo’
María Viera/ Pasajera
Todos los días me demoro más de una hora en llegar desde mi casa, en la Ciudadela Ibarra, en el sur, hasta el Centro Histórico. Pero ese tiempo también depende de cómo esté el tráfico.
Por suerte vivo cerca de la parada del bus, porque caso contrario a las 09:30 los buses ya pasan llenos. Sin embargo, siempre debo tomar dos buses para poder llegar hasta el Centro Histórico.
La única ventaja de viajar en carro particular es que cuando se encuentra con una vía congestionada puede tomar una ruta alternativa. Pero generalmente el tiempo de viaje es el mismo. En los buses urbanos la gente viaja muy incómoda, especialmente en las horas de la mañana. Pero a esas horas
Pero subirse en el Trole o en el Metro es un castigo. En esos buses las personas reciben muchos maltratos y hay mucha inseguridad por la cantidad de gente.
‘La congestión puede mejorar’
Miguel Medina / Ciclista
La bicicleta es un medio de transporte más rápido pero que también requiere más esfuerzo físico. La estructura física de la ciudad tampoco permite que todas las personas puedan utilizar este medio de transporte.
Pienso que la gente debería utilizar en mayor medida el transporte público. Si más gente se transportara en buses podría reducirse la congestión y también se viajaría más rápido y en consecuencia las personas se demorarían menos tiempo en llegar a sus lugares de destino.
No obstante, también se debería iniciar un proceso de capacitación a los choferes y a los controladores de los buses para que mejoren el trato con los pasajeros. En algunos casos tampoco se respeta la tarifa diferenciada.
Pero asimismo hay buenos ejemplos como algunos conductores del Trolebús que generalmente son amables con la gente.
‘No hay buses hasta el colegio’
Andrea Hoerning (c) / Peatón
No es una buena idea que se prohíba la circulación de vehículos particulares porque no hay suficientes buses para movilizarse hacia algunos sectores.
Por ejemplo, en el norte no existe una línea de bus que cruce desde el sector de San Carlos, donde vivo, hasta la Río Coca, donde se ubica mi colegio. Por eso, para llegar al colegio uno de mis padres debe llevarme en su auto todos los días.
Sin embargo, al tener dos autos en casa con diferentes números de placa no tendría problemas para trasladarme a clases porque la medida de restricción no nos afectaría. Cuando uno de los autos no pueda salir de casa, podemos utilizar el otro.
Además, no estoy de acuerdo con la medida porque las autoridades primero deberían haberse preocupado por ofrecer medidas alternativas para que la gente pueda movilizarse.