Tres ciudades de Latinoamérica apuestan al Metro

Quito, Panamá y Lima son las tres ciudades latinoamericanas que implementarán el Metro como sistema de transporte masivo.

Estos proyectos se conocen y debaten en el Foro Internacional de Transporte Metropolitano que se realiza desde ayer hasta mañana en la capital.

La cita se desarrolla en el contexto de la XVI reunión de los Comités Técnicos de la Asociación Latinoamericana de Metros y Subterráneos (Alamys).

En Panamá y en Lima, los proyectos están en la fase de construcción. Mientras que en Quito se realizan los estudios de ingeniería de detalle, luego de que se aprobaron los de factibilidad técnica y económica.

En el caso de Panamá, la construcción empezó en junio del 2009, a un costo de USD 1 800 millones. Se espera que culmine en el primer semestre del 2014. La línea 1 tendrá una extensión de 13,7 kilómetros y una flota de 19 trenes de tres vagones, cuya capacidad será de 15 000 pasajeros hora. En esa ciudad hay un parque automotor de 420 000 vehículos.

Para Ciro Limone, gerente del Metro de Panamá, Quito es una metrópoli que requiere de un sistema masivo de transporte que sea la columna del resto de sistemas de movilidad como buses y taxis. La clave para lograrlo está en los procesos de planificación y contratación.

No considera el tema presupuestario como un inconveniente, pues Panamá consiguió financiamiento de bancos multilaterales, que ya han aportado USD 800 millones. “Las dificultades están en generar la menor afectación a la ciudad”, dijo.

En Lima se construye el Tren Eléctrico desde marzo del 2010, se espera que concluya en el segundo semestre de este año. La Línea 1, de 21,48 km, permitirá la interconexión entre nueve distritos de la ciudad. Se pondrán en marcha 80 coches con capacidad para 200 pasajeros cada uno.

El alcalde Augusto Barrera presentó a los 45 miembros de la Alamys el proyecto del Metro, que se empezará a construir en el 2012. En su discurso habló sobre los problemas de movilidad en la capital. La proyección para dentro de 25 años es que el nivel de velocidad dentro de la ciudad será menor a 10 k/h. “El reto es revertir la tendencia y el Metro es una alternativa”.

Según Barrera, cuando entre en operación el Metro se disminuirá en un 10% la circulación de vehículos particulares.

Para Aurelio Rojo, secretario general del Alamys, la estructura geográfica de Quito tampoco es impedimento o factor de riesgo para la implantación de ese sistema de transporte. Eso, gracias a las soluciones constructivas como las tuneladoras que se han aplicado en otras ciudades con topografía complejas.

“Nosotros apoyamos proyectos que sean viables e imprescindibles como el de Quito”. Hoy también se realizan sesiones del Comité Técnico, en el Swissotel.

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