En el norte, sur o centro de la ciudad hay locales donde se puede saborear una variedad de combinaciones de queso, salami, pollo, jamón, tomate y otros productos cubiertos con rodajas de pan.
La diferencia está en la preparación. El secreto está relacionado con los ingredientes. A cualquier hora, es frecuente ver a las personas ingresar a estos lugares para calmar el hambre.
Los sánduches se combinan con bebidas gaseosas, un humeante café o un nutritivo jugo de tomate o de otra fruta.
El precio va desde USD 1,50 hasta USD 13. Depende de la combinación de ingredientes, el tipo de pan y del tamaño.
A Mario Real, por ejemplo, le gusta comer un sánduche en pan suave a media mañana. “Es como un matahambre. Aunque es suficiente para no almorzar”, dice el empleado público, que frecuenta los locales del Centro Histórico.
En el local El Pretil, Alicia Guevara, por tradición, no pone ni lechuga ni mayonesa en el sánduche de pernil. Lo único que se agrega es el tomate y la cebolla colorada. Para que no quede muy seco, añade ají.
En cambio, Juan Meneses, en la Casa del Sánduche, lo sirve con una salsa especial y en un pan escogido por el cliente.
Así, en toda la ciudad hay locales especializados en ofrecer este tipo de comido. A Don Soto, bajo el Puente del Guambra, en El Ejido, llegan en su mayoría los universitarios. Ellos aprovechan las horas libres.
Usted escoja el local, el tipo de sánduche, la bebida y la hora para servirse. Aquí le presentamos algunas propuestas.
En el sánduche de pernil no se pone mayonesa
En las vitrinas del Pretil, de Alicia Guevara, hay de todo. Es un negocio que se mantiene por tradición familiar, en la calle Espejo Oe4-31 y Venezuela, frente a la Plaza Grande, en el centro.Por su experiencia en el oficio, doña Alicia recomienda no poner lechuga ni mayonesa en el sánduche de pernil. Ella misma es la encargada de prepararlos. Pone el pernil, el tomate y la cebolla. Lo sirve con un jugo, al gusto del cliente.
“Por tradición nunca se ha mezclado con mayonesa. Tengo muchos clientes de otras provincias que vienen a degustar los sánduches”, cuenta Guevara, quien lleva años en el negocio. Un sánduche cuesta USD 1,30. Si lo combina con jugo cuesta USD 2,30.
Los turistas nacionales y extranjeros son sus principales clientes. El local está abierto desde las 09:00 hasta las 22:00.
Allí también se oferta mistelas, quimbolitos, humitas, tamal lojano y otros manjares que son buscados por quienes recorren el Centro Histórico, ya sea por paseo o por trabajo.
En El Arbolito un toque especial
Hay dos locales en la ciudad. El uno está ubicado en la av. Eloy Alfaro y De los Mortiños y la sucursal está en la av. República de El Salvador y Suecia. Allí hay cinco especialidades de sánduches.
El último que entró en la oferta fue el Especial 5, que contiene jamón serrano y tomate deshidratado. Se lo sirve en un cuarto de pan suave y cuesta USD 3,50. Por el mismo precio, en un tercio de pan baguette (duro). Un sánduche familiar cuesta USD 14.
Si le gusta la comida vegetariana también tiene opciones. Se lo ofrece con queso holandés, javeriano y hierbas. Hay combos desde USD 3,10 hasta familiares, a USD 10.
El Arbolito también oferta servicio a domicilio. Los clientes pueden comunicarse al número 225 6572. Está abierto de 09:00 a 00:00. Los domingos solo hasta las 20:00.
El local tiene 18 años de experiencia y más de 50 alternativas en su menú. Hay un ambiente cómodo, agradable e informal, en el norte de Quito.
18 variedades de sánduches hay en Hogarama
A media mañana, todos los días, las mesas de Sánduche Hogarama están repletas de clientes. Este local especializado en la oferta de sánduches funciona en el Palacio Arzobispal, junto a la Plaza Grande, en la calle Chile.
Hay estudiantes que transitan por el lugar o funcionarios públicos que hacen un alto para degustar las especialidades de la casa: bocadillos de queso de chancho, mortadela, pastel mexicano, pernil, salami, jamón ahumado…
Hay clientes fieles que llegan a Hogarama Delicatessen para saborear los clásicos sánduches de queso de chancho y mortadela. En un letrero se pueden contar 18 variedades, que se las degusta con gaseosa o jugo.
Mariela Zamora es clienta de este el local desde hace 18 años. Cada vez que ella pasa por el Centro aprovecha para saborear su favorito: el de pernil. El local está abierto de 07:00 a 20:00, de lunes a sábado. El domingo, desde las 10:00.
Una salsa especial es el plus en la Bodega Meneses
En la esquina de la calle Olmedo y García Moreno, en el Centro Histórico, está ubicada la Bodega de Meneses, La Casa del Sánduche. Allí, en el local Oe4-78, lo primero que se encuentra en la entrada es una máquina que muele café, que se lo sirve como complemento para los sánduches .
En el amplio local, al fondo, hay tres mesas donde el cliente puede sentarse a degustar la comida. Juan Meneses, propietario del negocio, prepara los sánduches con agilidad. Su habilidad se muestra abriendo el pan, colocando salami, jamón y pernil. También se suele combinar jamón con queso americano o salami con queso americano. Otras alternativas para combinar son la mortadela o el queso de chancho.
Un toque especial en los sánduches es la salsa preparada a base de yogur y vegetales, llamada crema tártara. Otro secreto de la casa es la preparación con pan cirano u otras variedades.
San Duche, Santo remedio al hambre
El origen de la palabra sánduche está detallado en un cartel, en el local San Duche, Santo remedio al hambre, en la avenida De los Shyris, frente a la tribuna, en el norte. También se cuenta cómo empezó este negocio, que oferta sánduches artesanales y los tradicionales.
En el primer grupo se puede degustar el San Pedrito, una combinación de pernil y pollo relleno. El San Pavito, en cambio, contiene pavo y pollo relleno y, finalmente, el San Andrés, preparado con beef relleno y queso.
Estos pueden prepararse en pan suave o duro y la cantidad depende del gusto. Un baguette cuesta USD 13; un tercio de baguette, USD 4,50 y un cuarto, USD 3,60. Se puede combinar con cualquier bebida.
La tres alternativas de sánduches tradicionales son el San Juanito, San Panchito y San Sebastián. Estos ofertan jamón, queso, salami, queso de chancho y choripán.
El San Duche también tiene un local en el sur de la ciudad, en el sector La Magdalena, frente al parque.